El vinagre de manzana es uno de esos alimentos que puede tener distintos usos. Si bien el líquido suele utilizarse en la cocina, como aderezo de ensaladas o elemento de conservación de vegetales, lo cierto es que también tiene propiedades que sirven a fines medicinales.
En este sentido, muchas personas lo han incorporado a su dieta, ingiriendo una pequeña cantidad diaria de este producto. De este modo, el vinagre de manzana puede ser aprovechado tanto en ayunas como antes de dormir y sus beneficios para el cuerpo son varios.
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¿Cuáles son los beneficios de tomar vinagre de manzana todos los días?
Según expertos nutricionistas, aún no existen estudios científicos que evidencien que el vinagre de manzana sea un alimento que tenga incidencia directa en el bienestar y salud corporal. Pero existen casos que han arrojado efectos positivos, (en su versión orgánica) entre ellos:
- Aporte de probióticos, ácido acético y antioxidantes: esto reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas
- Aporte de bacterias saludables, proteínas y enzimas
- Mejora de la digestión: debido a su naturaleza ácida
- Efecto antiinflamatorio: especialmente en el área abdominal
- Regulación de la glucosa: beber vinagre de manzana en ayunas favorece la reducción del nivel de azúcar en la sangre
- Regulación de los niveles de colesterol: consumirlo en ayunas puede ayudar a reducir el nivel de colesterol malo
¿Por cuánto tiempo se toma el vinagre de manzana para adelgazar y mejorar el aspecto de la piel?
Siempre que se empiece una dieta para bajar de peso, es importante acudir a un equipo profesional de la salud para hacer un tratamiento o plan nutricional supervisado. Pero los expertos en el tema recomiendan ingerir solo una cucharadita de vinagre de manzana en ayunas con agua natural y al menos por 7 días para notar sus efectos.
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Por sí solo, el líquido no tiene propiedades adelgazantes, pero ayuda a desinflamar el abdomen y mejorar la digestión. Si el consumo se complementa con una alimentación y rutina de actividad física adecuadas, el resultado puede notarse a corto plazo.
Por otro lado, también existen contraindicaciones de su consumo diario. Un ejemplo de ello es la acidez excesiva del estómago y la consecuente sensación de ardor del esófago y garganta. Pero también puede provocar erosión del esmalte de las piezas dentales, náuseas o diarrea.