En el Parque Nacional Desierto de los Leones, en la alcaldía Álvaro Obregón, se lleva a cabo una actividad que combina naturaleza y conocimiento: un recorrido guiado para descubrir al ajolote de arroyo de montaña, un anfibio endémico de las zonas serranas del Valle de México, cuya conservación es clave para el equilibrio ecológico de la región.
Durante la caminata, los visitantes pueden conocer el ciclo de vida de este ajolote, los factores que amenazan su supervivencia y las acciones que actualmente se impulsan para protegerlo. El entorno natural del parque ofrece además un contexto ideal para reflexionar sobre la importancia de conservar los ecosistemas locales.

¿Por qué el ajolote de arroyo de montaña es tan importante para el ecosistema?
Este pequeño anfibio, que mide menos de 17 centímetros, vive en zonas como el Ajusco y las Lagunas de Zempoala. Tiene la particularidad de pasar de la vida acuática a la terrestre, transformándose en una salamandra, lo que lo hace especialmente sensible a los cambios ambientales.
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Según especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana, el ajolote de arroyo es considerado una especie sombrilla, lo que significa que su conservación también protege a otras especies que habitan en el mismo entorno. Además, actúa como un indicador ecológico de la calidad del agua y del estado general del ecosistema donde vive.
¿Qué amenazas enfrenta este pequeño anfibio originario de las montañas de la Ciudad de México?
La existencia del ajolote de arroyo de montaña está en riesgo. Su hábitat se ha visto afectado por la contaminación del agua, la deforestación, el crecimiento urbano y el uso de pesticidas, factores que han degradado los arroyos donde este anfibio se reproduce y se alimenta.
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La baja tasa reproductiva de la especie, que solo produce una cantidad reducida de huevos una vez al año, también complica su recuperación, haciéndola aún más vulnerable frente a la presión ambiental.
¿Cómo es el hábitat natural del ajolote de arroyo y por qué debemos protegerlo?
El Parque Nacional Desierto de los Leones es considerado el parque más antiguo de la Ciudad de México, y fue declarado reserva forestal en 1876. Su nombre hace referencia al monasterio carmelita que aún permanece en pie, en pleno corazón del bosque.
Situado entre las alcaldías Cuajimalpa y Álvaro Obregón, este espacio natural se caracteriza por un clima templado, con lluvias frecuentes y niebla en los meses de verano. Aunque solo el 19% de su territorio está abierto al público, el parque alberga una extraordinaria diversidad biológica: más de 100 especies de aves, 30 de mamíferos, 9 reptiles y 7 anfibios, incluido el ajolote de arroyo de montaña.
Con una vegetación abundante, que incluye abetos, fresnos y robles y una red de arroyos que atraviesan el bosque, este parque ofrece el hábitat perfecto para especies sensibles y endémicas.
¿Qué características hacen único al ajolote de arroyo entre otras especies de anfibios?
El ajolote de arroyo de montaña representa no solo una joya biológica única, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad urgente de proteger los ecosistemas de montaña de la Ciudad de México.
Su conservación implica esfuerzos coordinados en restauración ecológica, recuperación de fuentes de agua y educación ambiental. Proteger al ajolote es proteger el equilibrio natural de todo un ecosistema, del cual también dependemos los seres humanos.