Si tus toallas perdieron suavidad y color con el tiempo, no hace falta reemplazarlas. Con este simple truco casero, puedes dejarlas como nuevas sin gastar un peso.
¿Por qué se gastan las toallas?
Las toallas se desgastan con el uso frecuente, los lavados constantes y el contacto con productos como jabones, suavizantes o agua dura. Esto provoca que pierdan suavidad, absorción y que sus fibras se deterioren con el tiempo.
Además, el secado a altas temperaturas o el exceso de detergente también puede endurecer las telas y hacer que pierdan color. Por eso, su cuidado influye directamente en su durabilidad.
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¿Cómo recuperar las toallas gastadas?
Puedes recuperar tus toallas gastadas con un truco casero simple y natural, sin gastar dinero. El primer paso es lavarlas con una taza de vinagre blanco y agua caliente, lo que ayuda a eliminar residuos de suavizante, detergente y minerales que se acumulan con el tiempo.
Luego, haz un segundo lavado solo con media taza de bicarbonato de sodio y agua caliente, sin usar jabón. Este proceso restaura la suavidad, neutraliza olores y mejora la absorción. Para un mejor resultado, déjalas secar al sol.
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¿Cuándo debes considerar tirar tus toallas gastadas?
Debes considerar tirar tus toallas gastadas cuando, a pesar de los lavados y trucos de recuperación, siguen sin absorber bien, huelen mal o están muy ásperas. Si las fibras están tan deterioradas que ya no cumplen su función, es momento de reemplazarlas.
También conviene desecharlas si tienen agujeros, bordes deshilachados o manchas imposibles de quitar. En lugar de tirarlas directamente, puedes darles un segundo uso como trapos, paños de limpieza o para secar mascotas.
