En un país con más de 126 millones de habitantes, parecería difícil encontrar apellidos poco comunes. Sin embargo, existe una denominación que está al borde de desaparecer: “Echeverri”.
Solo 27 personas en todo México lo llevan como apellido, lo que lo convierte en uno de los más raros y posiblemente en peligro de extinción.

¿Qué revelan los datos del INEGI sobre la frecuencia y rareza de los apellidos mexicanos?
Esta información proviene de los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que no solo recopila datos de población, economía y educación, sino también de nombres y apellidos.
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Entre 2017 y 2020, la dependencia detectó que este y otros apellidos poco frecuentes apenas figuran en el padrón nacional. Mientras apellidos como Hernández, García o López se repiten cientos de miles de veces en México, el primero con cerca de 700 mil registros.
Otros apellidos con solo 27 registros en todo México
- Ajas
- Alanco
- Albornos
- Chalita
- Chicharo
- Duval
- Pontigo
- Tetuan
- Yoguez
Estas denominaciones, muchas veces de origen extranjero o con raíces regionales específicas, enfrentan el riesgo de desaparecer si no son heredadas por nuevas generaciones.
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¿Qué significado tiene conservar un apellido poco común en la historia familiar de México?
Además de ser una herramienta para identificar a las personas, los apellidos son parte de la historia y la identidad de las familias. Cada uno guarda detrás una carga cultural, ancestral o incluso geográfica. Por eso, perder un apellido también puede implicar la pérdida de una parte de la memoria colectiva.
INEGI también reveló los nombres más comunes entre los mexicanos en 2021. Entre las mujeres destacan Sofía, María José y Valentina, mientras que entre los hombres figuran Santiago, Mateo y Sebastián. Combinados con apellidos como Pérez o Ramírez, son fáciles de encontrar en todo el país. Pero apellidos como “Huero” o “Vilis”, también con sólo 27 registros, casi pasan desapercibidos.
¿Se puede evitar que un apellido desaparezca?
Aunque no existe una política oficial para conservar los apellidos raros, algunos genealogistas y expertos en cultura recomiendan investigar la historia familiar y fomentar el interés por conservar estos apellidos a través de los hijos o incluso cambios legales de nombre.