Viajar no siempre implica salir de la ciudad o hacer las maletas. En la Ciudad de México, basta con cruzar la entrada de ciertos rincones para sentir que se ha dejado atrás el caos y se ha llegado a un nuevo destino.
Museos, mercados, parques y bibliotecas forman parte de un amplio abanico de opciones para vacacionar sin abandonar la capital.

¿Es posible desconectarse sin salir de CDMX?
Sí. El secreto está en romper la rutina. Organizar una escapada urbana, aunque sea de un solo día, permite relajarse y reconectar con uno mismo.
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Al elegir un lugar diferente dentro de la ciudad y desconectarse de las responsabilidades diarias, es posible vivir una experiencia distinta, casi como si se estuviera de vacaciones en otro lugar.
¿Qué lugares puedes visitar sin salir de la CDMX y sentirte de vacaciones?
Uno de los espacios más recomendables es el Audiorama de Chapultepec, ubicado en la Primera Sección del Bosque. Rodeado de árboles y con música suave de fondo, es ideal para leer o descansar.
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Además, si no llevas libro, ahí puedes pedir uno prestado. Está cerca del histórico ahuehuete “El Sargento” y de la Tribuna Monumental. Las bibliotecas públicas de la Ciudad de México también son una buena opción, ya que ofrecen un plan diferente y enriquecedor.
Con más de 1,500 distribuídas por toda la capital, es posible encontrar desde joyas literarias hasta espacios de estudio tranquilos. Entre las más destacadas están la Biblioteca de México en La Ciudadela, la Vasconcelos en Buenavista y la Central de C.U.
Así mismo, el Mercado de Artesanías de La Ciudadela, abierto desde 1968, es un auténtico viaje por el folclor mexicano. Con artesanías de distintas regiones del país, textiles, cerámica e instrumentos musicales, este mercado es perfecto para quienes buscan llevarse un pedacito de México sin salir de la ciudad.
¿Quién dijo que para vacacionar hay que salir de la ciudad?
Definitivamente, la Ciudad de México está llena de rincones que invitan al descanso, al arte y a la contemplación. No hace falta recorrer cientos de kilómetros para disfrutar de un merecido respiro.
La clave está en redescubrir lo que siempre ha estado cerca. La Ciudad de México lo tiene todo, solo es cuestión de mirar con ojos de turista.