Esta es la razón por la que NO debes reutilizar el protector solar del año pasado, según expertos
Estas son las razones por las cuales debes respetar la fecha de caducidad de los protectores solares, además que tienen cierto tiempo de vida útil después de abrirlos.
Uno de los elementos esenciales para la protección de la piel es el protector solar. Sin embargo, muchos suelen reutilizar el protector solar del año anterior sin considerar que esto podría ser perjudicial. Según expertos, es crucial evitar esta práctica por varias razones.
Y es que es de suma importancia poner énfasis en el cuidado de la piel, incluso si no hay sol, debemos usar protector solar, teniendo en cuenta que este producto también cuenta con una fecha de caducidad.
¿Por qué no usar un protector solar caducado?
Pérdida de eficacia
El protector solar tiene una fecha de caducidad, generalmente de un año después de su apertura. Con el tiempo, los ingredientes activos que protegen la piel contra los rayos UV, como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, comienzan a degradarse. Esto significa que el producto pierde su efectividad y no brinda la protección adecuada, dejando la piel vulnerable a quemaduras solares y a largo plazo, a daños más graves como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
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Cambios en la textura y consistencia
Los protectores solares que han pasado su fecha de caducidad o han sido expuestos a altas temperaturas pueden cambiar en su textura, volviéndose más líquidos o grumosos. Estos cambios no solo indican una disminución en la efectividad, sino que también pueden dificultar una aplicación uniforme en la piel, dejando áreas expuestas sin la protección necesaria.
Posibles irritaciones y reacciones en la piel
Con el tiempo, los conservantes y otros ingredientes en el protector solar pueden descomponerse, lo que aumenta el riesgo de irritaciones o reacciones alérgicas. Si bien es raro, el uso de protector solar vencido podría causar enrojecimiento, picazón o erupciones cutáneas.
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Exposición a bacterias y hongos
Los productos que han sido abiertos y utilizados previamente están expuestos a bacterias y hongos. Si el protector solar no ha sido almacenado adecuadamente, en un lugar fresco y seco, podría convertirse en un caldo de cultivo para estos microorganismos, representando un riesgo adicional para la salud de la piel.
Para asegurar una protección efectiva contra los dañinos rayos UV, es recomendable comprar un nuevo protector solar cada temporada. No solo protegerás tu piel de posibles daños a corto y largo plazo, sino que también evitarás problemas cutáneos derivados del uso de productos caducados o mal conservados, aseguran los expertos. La inversión en un protector solar nuevo es una medida preventiva que garantiza el cuidado de tu salud dermatológica.