SALUD MENTAL

¿Cómo enfrentar la muerte de tu mascota y superar el duelo?

Expertos recomiendan validar las emociones y buscar apoyo, ya que el vínculo con los animales de compañía cumple un papel afectivo y rutinario en la vida diaria.
sábado, 8 de noviembre de 2025 · 20:30

La pérdida de una mascota suele ser una de las experiencias más dolorosas para quien comparte la vida con un perro, gato u otro animal de compañía. Para muchas personas ese vínculo es familiar, cotidiano y esencial, el animal aporta compañía, rutina, consuelo y un sentido de propósito.

Cuando esa presencia desaparece, es normal sentirse devastado, confundido o culpable. Si te encuentras atravesando este momento, te presentamos una guía práctica con en recomendaciones psicológicas para transitar el duelo de forma saludable y encontrar recursos que ayuden a sanar.

¿Por qué duele tanto la muerte de una mascota?

El dolor por la muerte de una mascota no es “exagerado”: responde al rol profundo que el animal tenía en la vida cotidiana. Las mascotas:

  • Acompañan en la soledad y sostienen rutinas diarias.
  • Ofrecen apoyo emocional y reducción del estrés.
  • En muchos casos son compañía constante para personas mayores o quienes viven solas.

Por eso la pérdida implica no solo la ausencia física, sino la desaparición de actividades, afecto y sentido. Además, las circunstancias de la muerte pueden añadir sentimientos de culpa, rabia o impotencia. Todas esas reacciones, negación, ira, culpa, tristeza, aceptación, forman parte del proceso natural del duelo y no deben ser reprimidas.

¿Cómo afrontar el duelo y qué pasos ayudan a sobrellevarlo?

El duelo por una mascota es personal y no existe un “tiempo estándar” para superarlo. Sin embargo, hay estrategias que pueden facilitar la recuperación:

  • Permítete sentir. No dejes que nadie te diga cómo debes reaccionar: está bien llorar, enojarte o incluso reír.
  • Habla del dolor. Conversar con amigos comprensivos, familiares o con personas que hayan vivido pérdidas similares ayuda a procesar emociones.
  • Escribe o crea un ritual. Un diario, un funeral simbólico, plantar un árbol o hacer un álbum de fotos son formas de homenaje que ayudan a canalizar el duelo.
  • Cuida tu salud física. Dormir, alimentarte bien y mantener actividad física regular reduce la intensidad del malestar emocional.
  • Mantén rutinas para otras mascotas. Si convives con otros animales, sostener horarios y juego es útil para ellos y para tu recuperación.
  • Busca apoyo profesional si hace falta. Si el dolor no remite o interfiere en tu vida diaria, un psicólogo o terapeuta puede ofrecer herramientas específicas (terapia individual, grupos de apoyo online o presenciales).

Recuerda que intentar “olvidar” o reprimir las emociones suele prolongar el sufrimiento. Aceptarlas y darles espacio facilita la sanación.

¿Cuándo considerar la eutanasia y cómo afrontarla?

Decidir dormir a una mascota es uno de los actos más difíciles para cualquier dueño, y la decisión debe sustentarse siempre en criterios veterinarios y en el bienestar del animal. Factores como el nivel de dolor, la pérdida de calidad de vida, la falta de respuesta a los tratamientos y el pronóstico real de recuperación son determinantes para evaluar si la eutanasia es la opción más compasiva.

Antes de proceder, es fundamental conversar con el veterinario y pedir el tiempo necesario para aclarar todas las dudas, tanto médicas como emocionales. Este acompañamiento profesional ayuda a tomar la decisión con mayor claridad y sin culpa.

También es importante planear cómo y dónde ocurrirá el proceso. Elegir un entorno tranquilo, definir si se realizará en casa o en la clínica y decidir quiénes estarán presentes. Algunas personas optan por despedidas personales, como dar una última caricia, decir unas palabras o realizar un pequeño ritual simbólico. Estos gestos pueden ayudar a cerrar el vínculo de forma amorosa y facilitar el proceso de duelo posterior.

Muchas personas esperan hasta sentirse emocionalmente listas para tener otra mascota, otras encuentran consuelo antes a través del voluntariado en refugios. Abrir el corazón a un nuevo animal es una decisión personal que no disminuye el amor por el compañero que se fue.