Congelar y descongelar la carne es una pregunta que surge mucho en hogares donde suele no haber o mucho tiempo para cocinar, o muchos comensales. También es una duda que suele surgir cuando se tiene carne de sobra o se cambia de planes y se opta por pedir comida a domicilio, por ejemplo. Sin embargo, este procedimiento entraña serios peligros y conviene seguir ciertas pautas para evitar problemas de salud.
Cuando la carne se descongela y vuelve a congelar, puede perder humedad y sabor pero lo más preocupante aún es el riesgo de proliferación de bacterias como E. coli y salmonella si la carne se mantiene a temperaturas inadecuadas durante el proceso de descongelamiento. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recomienda que los alimentos solo se vuelvan a congelar si contienen cristales de hielo o si están a 40°F (4.44°C) o menos. Mantener los alimentos por debajo de esta temperatura es crucial para minimizar el riesgo de contaminación bacteriana.
Cómo descongelar la carne de manera segura
La forma más segura de descongelar la carne es en el refrigerador. Este método permite mantener la carne a una temperatura segura durante todo el proceso. Una vez descongelada en el refrigerador, la carne puede mantenerse durante uno o dos días antes de ser cocinada. Alternativamente, se puede usar agua fría o el microondas para descongelar, pero en estos casos es esencial cocinar la carne inmediatamente para evitar que la temperatura suba por encima de los 40°F.
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Descongelar la carne a temperatura ambiente es peligroso, ya que las bacterias pueden multiplicarse rápidamente. Por lo tanto, es fundamental evitar dejar la carne descongelada a temperatura ambiente durante más de dos horas.
La clave está en la congelación rápida y correcta
Congelar la carne lo más rápido posible es vital para mantener su calidad. Dividir grandes cantidades de carne en paquetes más pequeños no solo ayuda a una congelación más rápida, sino que también facilita descongelar sólo la cantidad necesaria para cada ocasión. Al llegar a casa con carne fresca, debe congelarse inmediatamente a una temperatura por debajo de los -10 grados centígrados para asegurar su conservación.
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Entonces, aunque es posible descongelar y volver a congelar la carne, esto debe hacerse con precaución. Descongelar en el refrigerador es la forma más segura, y cualquier carne descongelada a temperatura ambiente debe consumirse en menos de 24 horas. Seguir estos consejos puede ayudar a minimizar riesgos y asegurar que la carne se mantenga segura para el consumo.