La higiene corporal es importante para prevenir enfermedades. Parte de los hábitos de limpieza que se tienen a la hora de higienizar cada zona del cuerpo, habla de la salud de la persona y su futuro, es decir, su calidad de vida.
En este sentido, mientras más saludables sean las rutinas o hábitos que se lleven a cabo, mejor se prepara el organismo para enfrentar bacterias, gérmenes y enfermedades graves que pueden deteriorar el funcionamiento de los órganos y el sistema inmunológico.
Una de las tareas que se deben ejecutar a diario es la higiene bucal. Esta práctica cotidiana previene enfermedades de la boca y afecciones de la lengua y los dientes. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que el mal aliento puede tener causas más profundas.
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¿Por qué tengo mal aliento aunque me lave los dientes?: los 6 hábitos que deben eliminarse
La respuesta a esta pregunta dependerá de varios factores, no solo la limpieza de las piezas dentales. El mal aliento, llamado halitosis, puede ser un síntoma de una enfermedad o de alguna falla en algún órgano del cuerpo. Según el Instituto Mayo Clinic, estos son los 6 hábitos que generan este mal olor:
- Tener una mala higiene bucal: esto se traduce en no cepillar los dientes entre 3 a 4 veces por día. Limpiarlos menos de esa cantidad de veces propicia la acumulación de restos de comida y la generación de bacterias. Estas pueden afectar las encías y producir caries.
- Acumular de placa: esta sustancia se incrementa cuando no existe el cepillado en los dientes. La consecuencia inmediata son las infecciones y el olor desagradable.
- Tener la boca seca: la ausencia de saliva imposibilita neutralizar las bacterias de la boca. Comer varias veces al día (con supervisión nutricional y médica) estimulará la secreción de esta sustancia.
- Estado de la garganta y nariz: las enfermedades o infecciones de la nariz y la garganta pueden ocasionar mal olor. El tabaquismo es un factor determinante en la aparición del mal aliento.
- Alimentos con aromas intensos: comer cebolla o ajo puede provocar mal aliento. Pero esto significa que hay que dejar de comerlos, lo ideal es cepillarse los dientes después de ingerirlos y utilizar el hilo dental.
- Infecciones de la boca: afecciones como caries, daños en las encías y heridas quirúrgicas, pueden ocasionar el mal olor. Esta condición puede revertirse con diagnóstico y supervisión médica y odontológica.