MASCOTAS

¿Cómo hacer que tus perros y gatos se lleven bien y qué cosas debes evitar?

El gato necesita lugares altos para observar y refugiarse, clave en la convivencia con perros.

La primera presentación entre un perro y un gato, siempre debe ser bajo supervisión y con espacios seguros.
Logra que tus mascotas se lleven bien sin importar la especie..La primera presentación entre un perro y un gato, siempre debe ser bajo supervisión y con espacios seguros.Créditos: Canva
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La convivencia entre perros y gatos es posible y, con la estrategia correcta, puede convertirse en una relación pacífica o incluso amistosa. Los primeros días marcan la pauta: una presentación bien planificada reduce el estrés y las probabilidades de conflicto.

A continuación tienes una guía práctica, basada en experiencias y estudios sobre convivencia interespecie, para que la llegada de un nuevo animal a casa sea lo más armoniosa posible.

¿Cómo presentar a un perro y un gato para que se lleven bien?

La primera impresión importa tanto para humanos como para mascotas. Mantén la calma, tu tono transmite seguridad, y planifica la introducción en fases:

  • Observación a distancia: deja que se vean y olfateen desde lejos antes de acercarlos.
  • Control del perro: si tu perro tiende a perseguir objetos en movimiento, mantenlo con correa para evitar persecuciones que asusten al gato.
  • Espacio para el gato: asegúrate de que el gato tenga rutas de escape y lugares altos donde refugiarse; las barreras como puertas para bebés permiten presentaciones graduales sin contacto directo.
  • Ritmo progresivo: empieza con encuentros cortos y supervisados, aumenta duración y libertad solo si ambos están relajados.

¿Qué papel juegan la edad y la socialización en la relación entre ambos?

La edad y la socialización influyen mucho en cómo se adaptan:

  • Cachorros y gatitos: suelen adaptarse mejor porque están en su periodo de socialización y aprenden comportamientos del entorno.
  • Adultos no socializados: pueden reaccionar con temor o agresividad; requiere más tiempo y supervisión.
  • Historia individual: conoce los límites de cada animal (miedos, instintos de caza o territorialidad) y ajústalos a la presentación.

Además, si uno de las mascotas ha vivido siempre solo, prepara cambios del hogar con antelación (mover arenero, reorganizar espacios) para que el residente ya esté adaptado antes de la llegada.

Perros y gatos pueden convertirse en grandes compañeros si se respetan sus tiempos de adaptación. Foto: Canva

¿Qué errores debes evitar cuando introduces a un perro y un gato?

Evita acciones que aumentan el estrés o provocan respuestas defensivas:

  • Forzar la proximidad física: no sostengas al gato frente al perro ni lo obligues a “saludar”; deja que sea el gato quien elija acercarse.
  • Cambios bruscos en el entorno: mover la cama, el arenero o los comederos sin período de adaptación puede provocar conflictos.
  • Ignorar señales de estrés: gruñidos, esconderse continuado, o agresividad persistente son señales para detener la prueba y replantear la transición.
  • No supervisar los primeros encuentros: dejar solos a ambos sin haber probado interacciones cortas y controladas puede terminar en lesiones.

¿Cómo manejar comida, juguetes y afecto para evitar celos y conflictos?

La gestión de recursos es clave:

  • Comida separada y priorizar al residente durante las primeras comidas.
  • Comederos y arenero en lugares distintos; la comida del gato en alto evita que el perro la alcance.
  • Camas y juguetes propios para cada uno; no cambies demasiado el espacio del animal veterano.
  • Reparte atención y caricias de forma equilibrada para minimizar celos.

Si tras días o semanas una de las mascotas se esconde constantemente, si hay agresividad frecuente (gruñidos, persecuciones, intentos de ataque) o si notas cambios marcados en apetito o comportamiento, busca ayuda. Un veterinario o un especialista en comportamiento animal puede evaluar la situación, descartar problemas médicos y ofrecer un plan de modificación conductual. No esperes a que haya heridas.