Los gatos son animales misteriosos y sorprendentes, capaces de moverse con una agilidad envidiable y de sorprendernos con su comportamiento. Uno de los rasgos más llamativos en su anatomía son sus bigotes. A primera vista parecen simples “pelos largos” que adornan su rostro, pero en realidad cumplen funciones vitales para su supervivencia y bienestar.
Los bigotes de los gatos se llaman vibrisas, y son estructuras táctiles especializadas que cumplen un papel fundamental en su vida diaria. A diferencia del pelaje común, estas se insertan profundamente en la piel y están conectadas a terminaciones nerviosas, lo que les permite percibir con precisión todo lo que ocurre a su alrededor, funcionando casi como un radar natural.
¿Cómo se llaman los bigotes de los gatos y dónde se encuentran?
Los bigotes de los gatos reciben el nombre de vibrisas. Se trata de estructuras táctiles especializadas que, a diferencia del pelaje común, están profundamente insertadas en la piel y conectadas a terminaciones nerviosas. Gracias a ellas, los felinos son capaces de percibir su entorno con gran precisión, casi como si contaran con un radar natural.
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Aunque solemos fijarnos en los que sobresalen de su hocico, las vibrisas también están presentes sobre los ojos, en la barbilla y en la parte posterior de las patas delanteras. Cada grupo cumple una función específica: medir distancias, calcular espacios o incluso detectar el movimiento de una presa cercana.
De hecho, cada gato posee un patrón único de vibrisas, comparable a las huellas dactilares en los humanos, lo que las convierte en una característica individual e irrepetible.
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¿Para qué sirven los bigotes de los gatos?
Las vibrisas son herramientas esenciales para la vida de un gato. Sus principales funciones son:
- Medición de espacios: Les permiten determinar si pueden atravesar un hueco estrecho sin quedar atorados.
- Orientación nocturna: Detectan variaciones mínimas en el aire, ayudándoles a moverse con seguridad en la oscuridad.
- Expresión emocional: Su posición refleja el estado de ánimo: relajados cuando están tranquilos, hacia adelante cuando cazan o exploran, y pegados al rostro cuando sienten miedo o alerta.
- Equilibrio y precisión: Al caminar o saltar, envían información al cerebro que les ayuda a calcular la fuerza y dirección de sus movimientos.
Gracias a estas funciones, los bigotes son tan importantes como los ojos o el oído en la vida cotidiana de un felino.
¿Qué pasa si le cortas los bigotes y por qué se caen?
Una de las dudas más comunes es si se pueden cortar los bigotes de un gato. La respuesta es clara: no se deben cortar nunca. Hacerlo afecta gravemente su orientación y equilibrio, lo que puede provocar torpeza, choques con objetos y un estado de ansiedad o estrés. Aunque las vibrisas crecen de nuevo, el proceso puede tardar varias semanas y mientras tanto el gato estará más vulnerable.
En cuanto a su caída, es normal que un gato pierda algunos bigotes de manera natural, ya que se renuevan igual que el pelaje. Sin embargo, si notas que se le caen en exceso o que tiene zonas despobladas, puede tratarse de un problema de salud como alergias, infecciones cutáneas, deficiencias nutricionales o incluso altos niveles de estrés.
