Ubicado a solo dos horas de la Ciudad de México, Huejotzingo, Puebla, conquista a viajeros y paladares por igual con su encantadora arquitectura colonial, tradiciones centenarias y sobre todo, por ser uno de los destinos más importantes en la producción de frutos rojos en México.
Huejotzingo, que en náhuatl significa “lugar de los pequeños sauces”, es conocido internacionalmente por el sabor y calidad de sus berries: fresas, frambuesas, zarzamoras y blueberries.

En particular, la comunidad de San Diego Buenavista, con más de 800 años de historia, celebra cada agosto una feria de frutos rojos que impulsa el turismo y la economía local. Donde destaca el Ex Convento de San Miguel Arcángel, del siglo XVI y Patrimonio Mundial de la UNESCO y la Parroquia de San Juan Bautista, joya barroca con arte sacro.
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¿Qué experiencias ofrece la Ruta de las Berries para turistas que buscan sabor y naturaleza?
La producción de frutos rojos en esta zona no solo es una delicia para los visitantes, sino también un motor económico, debido a que el 50% de los 900 habitantes de San Diego Buenavista participa en su cultivo, alcanzando una producción de más de mil 200 toneladas al año, distribuidas en mercados de Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Guerrero.
Durante la Feria de las Berries, los visitantes pueden disfrutar de productos derivados como vinos, mermeladas, licores, postres, sidras, jabones e incluso pulque saborizado con frutos rojos.
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Además, se ofrece una experiencia inmersiva llamada "Ruta de las Berries", un recorrido guiado por los huertos donde los turistas pueden cortar sus propias frutas y conocer el proceso de siembra, cultivo y cosecha.
Huejotzingo también forma parte de otras rutas turísticas como la del Chile en Nogada y la de la Sidra, lo que lo convierte en un destino imperdible para quienes buscan sabores auténticos y experiencias rurales con identidad.
¿Por qué Huejotzingo es ideal para una escapada desde CDMX llena de sabor y cultura?
Ya sea por su historia, su arquitectura o sus sabores, Huejotzingo ofrece una escapada perfecta de ida y vuelta desde la CDMX. Su apuesta por el comercio y la preservación cultural hacen de este Pueblo Mágico un rincón lleno de sabor, tradición y orgullo comunitario.