Adolescencia se ha convertido en una de las miniseries más impactantes del 2025, atrapando a la audiencia con su cruda narrativa y personajes complejos. Pero hay un detalle que pasó desapercibido para muchos: la escena del sándwich. En el tercer episodio, la psicóloga Briony Ariston le ofrece un sándwich a Jamie Miller en la sala de interrogatorios.
Este simple acto oculta un poderoso mensaje que revela aspectos profundos de la personalidad del adolescente. Si quieres descubrir el verdadero significado de este gesto y la razón por la que la terapeuta termina llorando, sigue leyendo.
¿Qué significa el sándwich que le dio la psicóloga a Jamie?
El sándwich que Briony Ariston le entrega a Jamie Miller no es solo un alimento; es una herramienta psicológica utilizada para generar confianza y distender el ambiente de la interrogación. En la serie, el joven reacciona con sorpresa y aparente alegría al recibirlo, lo que indica que era una de sus comidas favoritas. Sin embargo, su comportamiento posterior revela un significado más profundo.
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Según la psicóloga Karla Paulina Sánchez Horta, este pequeño gesto busca conectar con la mente de Jamie, demostrándole que alguien está prestando atención a sus gustos y emociones. No obstante, cuando el joven finalmente toma el sándwich, lo deja de lado y solo prueba un pequeño bocado. Esto sugiere que está evitando una confrontación directa con la terapeuta y, en cambio, simula agrado para evitar incomodarla.
Este comportamiento es un mecanismo de defensa. Jamie está atrapado en una situación en la que sabe que es culpable del crimen que se investiga, y su reacción al sándwich muestra su dificultad para expresar abiertamente sus emociones y necesidades. Prefiere mantener una imagen neutral en lugar de rechazar directamente el gesto de la psicóloga.
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¿Por qué la psicóloga lloró al final de la serie de Netflix, Adolescencia?
El final del episodio 3 de Adolescencia deja una de las escenas más impactantes de la miniserie: Briony Ariston, visiblemente afectada, se derrumba en llanto después de su conversación con Jamie Miller. Este desgarrador momento no solo muestra la carga emocional que lleva la terapeuta, sino también el impacto que tuvo en ella la interacción con el adolescente.
Desde el inicio de la sesión, Briony se mantiene en un estado de alerta constante, analizando cada palabra y gesto del joven, sin embargo, la complejidad emocional de Jamie la golpea profundamente. No es solo un criminal en potencia, sino un niño con una inmensa necesidad de afecto, lo que la pone en un dilema entre su rol profesional y su empatía humana.
Además, la psicóloga percibe que Jamie oculta emociones reprimidas y un fuerte resentimiento que podría explicar su accionar. Su llanto es la manifestación de la impotencia que siente al enfrentarse a una mente tan perturbada y a un caso tan impactante.
El sándwich no es solo un objeto en la escena, sino un símbolo de la complejidad psicológica del protagonista y de la lucha interna de la terapeuta.