La miniserie Adolescencia, uno de los estrenos más destacados de Netflix en 2025, ha capturado la atención de la audiencia con su enfoque único sobre un crimen cometido por un adolescente en una pequeña localidad inglesa.
Dirigida por Philip Barantini y escrita por Stephen Graham y Jack Thorne, la serie explora de manera profunda las complejas circunstancias que rodean a Jamie Miller, un joven acusado de asesinar a su compañera de clase.
A través de cuatro episodios filmados en plano secuencia, la serie logra sumergir al espectador en un drama que toca temas como la violencia juvenil, las presiones sociales y la salud mental. Sin embargo, su final deja varias preguntas sin respuesta que invitan a la reflexión.
Preguntas que nos deja la serie Adolescencia de Netflix, en su capítulo final
¿Qué factores realmente llevaron a Jamie a cometer el crimen en la miniserie Adolescencia?
Uno de los aspectos más conmovedores de Adolescencia es el tratamiento de la influencia externa sobre la juventud. A lo largo de los episodios, se muestra cómo las redes sociales y los comentarios de la "manósfera" impactaron negativamente en Jamie, contribuyendo a la radicalización del joven.
Si bien la serie no justifica el crimen, se dedica a explorar los factores que pudieron haber jugado un papel clave en su desarrollo emocional y psicológico. La presión social, los mensajes de odio en internet y la falta de comunicación con su familia son solo algunos de los elementos que se presentan como posibles desencadenantes.
Sin embargo, el hecho de que la serie no brinde una respuesta clara a por qué Jamie se convirtió en un asesino deja al espectador con una sensación de incertidumbre. ¿Fue la sociedad la verdadera culpable o existieron otros factores más profundos que no se llegaron a explorar?
¿Podrían los padres de Jamie haber hecho algo para evitar el crimen, del joven de 13 años?
El dolor y la culpa de los padres de Jamie, especialmente de Eddie Miller, son palpables durante todo el final de la serie. Después del crimen, la familia se ve arrastrada por un mar de dudas y remordimientos, preguntándose qué hicieron mal al criar a su hijo.
A pesar de los esfuerzos por brindar una educación similar a la de su hija mayor, el comportamiento de Jamie se desvió, llevando a la tragedia. La serie aborda la desconexión que a veces existe entre los padres y sus hijos adolescentes, sobre todo en relación con el impacto de las redes sociales.
La pregunta de si los padres pudieron haber notado las señales de advertencia antes de que fuera demasiado tarde persiste hasta el final. A pesar de la atención que se les da a las influencias externas, como la tecnología y las redes sociales, Adolescencia no proporciona una respuesta definitiva a si los padres, con más conocimiento o atención, podrían haber prevenido el trágico desenlace.
¿Cómo se pueden prevenir tragedias similares en el futuro?
El capítulo final de Adolescencia deja al espectador con una fuerte sensación de impotencia. Aunque la familia de Jamie intenta seguir adelante con sus vidas, el juicio de la gente y el peso de la culpa continúan siendo un obstáculo insuperable.
El final parece hacer un llamado de atención sobre cómo la sociedad debe abordar la salud mental de los jóvenes y la influencia de las redes sociales en su desarrollo emocional. La serie sugiere que hay una desconexión alarmante entre lo que los adolescentes experimentan en línea y lo que los adultos perciben en su vida cotidiana.
En última instancia, la serie no solo plantea preguntas sobre lo que sucedió, sino también sobre lo que se puede hacer para evitar que futuras tragedias ocurran. ¿Qué más se puede hacer para cuidar a los jóvenes de hoy y evitar que se conviertan en "los monstruos del mañana"?
¿Cuántos capítulos tiene Adolescencia?
La miniserie Adolescencia, que solo tiene 4 capítulos, busca resolver el problema de Jamie; sin embargo, nos deja algunas preguntas sin respuesta, esto con la finalidad de que cada espectador tenga su propio punto de vista, y resuelva las problemáticas desde una visión propia.
Adolescencia es una serie que, más allá de su intrigante narrativa sobre un crimen adolescente, nos invita a cuestionar las fuerzas sociales, familiares y digitales que influyen en la vida de los jóvenes. El final abierto, con preguntas sin respuesta, deja al espectador reflexionando sobre la complejidad de los factores que contribuyen a la violencia juvenil. Aunque no ofrece soluciones claras, la serie se erige como un recordatorio de la importancia de estar atentos a las señales de nuestros jóvenes y de cómo las circunstancias sociales pueden moldear su futuro.