El yogur forma parte de la despensa cotidiana: es práctico, versátil y apto para cualquier momento del día. Sin embargo, aunque el yogur griego y el natural provienen del mismo proceso básico, sus perfiles nutricionales, texturas y usos culinarios difieren. Aquí te explicamos, con datos y opinión de expertos, qué caracteriza a cada uno y cuál conviene según tus objetivos.
¿En qué se diferencia el proceso de elaboración del yogur griego y el natural?
La diferencia principal está en el colado. El yogur griego se obtiene filtrando o colando el yogur natural para eliminar parte del suero, lo que lo hace más denso y cremoso. Ese colado concentra nutrientes como las proteínas y reduce la cantidad de lactosa, pero también arrastra parte del calcio presente en el suero. En cambio, el yogur natural conserva más suero, por lo que mantiene una textura más líquida y contiene más calcio.
El griego aporta mucha más proteína ideal para saciedad y recuperación muscular, y suele tener menos carbohidratos. El natural aporta más calcio y, en versiones sin azúcar añadida, puede ser más ligero en calorías.
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¿Qué ventajas y desventajas tiene cada tipo de yogur?
Ventajas del yogur griego
- Alta densidad proteica: útil para saciar y para dietas orientadas a mantener masa magra.
- Textura cremosa: sustituye bien a cremas o mayonesas en recetas.
- Menor contenido de lactosa en algunos casos al eliminar suero.
Desventajas del yogur griego
- Menor aporte de calcio por el colado.
- Requiere más leche para producirlo; suele ser más caro.
- Las versiones saborizadas pueden contener azúcares añadidos importantes.
Ventajas del yogur natural
- Mayor contenido de calcio, beneficioso para la salud ósea.
- Textura más ligera y versátil para batidos o mezclas con fruta.
- Suele ser más económico y, en versiones desnatadas, puede tener menos calorías.
Desventajas del yogur natural
- Menor cantidad de proteína que el yogur griego por lo que sacia menos.
- También puede contener azúcares añadidos en algunas presentaciones.
¿Cuál elegir según tus objetivos?
- No existe un ganador absoluto: la elección depende de qué quieres priorizar.
- Si buscas más proteína y saciedad post-entrenamiento o control del apetito, elige yogur griego.
- Si te interesa calcio y una opción ligera para mezclar en desayunos o postres, opta por yogur natural.
- Revisa siempre la etiqueta: evita azúcares añadidos y compara calorías y proteínas.
- Alternar ambos en la semana es una buena estrategia para beneficiarte de las ventajas de cada uno.
Expertas consultadas en la nota recuerdan además que no todos los productos vendidos como “yogur” cumplen los mismos criterios: algunos son leches fermentadas o postres lácteos, y no todos contienen las bacterias específicas que autorizan la denominación “yogur”. Por eso conviene mirar ingredientes y buscar cultivos vivos si lo que se busca es un efecto probiótico.