HIGIENE DEL HOGAR

¿Cómo lavar una almohada en lavadora o a mano para quitarle las manchas amarillas?

Cuidar tus almohadas no solo mejora tu descanso, también alarga su vida y protege tu salud.

Las almohadas son una pieza clave en el ritual del descanso.
Las almohadas son una pieza clave en el ritual del descanso.Créditos: Freepik
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Hay un día en la vida adulta que nadie te avisa que llegará, ese momento silencioso pero inevitable en que descubres que tus almohadas, aquellas compañeras fieles de tantas noches, ya no son blancas. Se han vuelto amarillas. 

Y no ese amarillo radiante del sol o de las flores, es un amarillo opaco, triste, que parece llevar en sus manchas la historia de las siestas infinitas, del sudor, del insomnio, de los sueños interrumpidos.

Las almohadas se vuelven amarillas pero eso se puede prevenir. Fuente: Freepik.

Uno no sabe cuándo ocurrió exactamente. Solo que un día las fundas salen del lavado, se retiran y ahí están: las manchas. El desgaste. Esa confirmación casi poética de que el tiempo también pasa entre las fibras del hogar.

Pero más allá de lo estético, lo cierto es que la almohada es un elemento clave para el descanso y requiere cuidados específicos para mantener su función y su higiene.

¿Por qué las almohadas se vuelven amarillas y cómo prevenir que eso ocurra tan rápido?

Debido al contacto constante con la piel las almohadas acumulan sudor, saliva, células muertas, polvo y otros agentes que favorecen la aparición de bacterias, hongos y ácaros. Esto no solo afecta su aspecto, sino también su salubridad y durabilidad.

Por ello, expertos recomiendan lavarlas al menos dos veces al año, o incluso una vez cada tres meses si se busca un descanso más higiénico y fresco.

¿Cómo lavar tus almohadas correctamente sin dañar el relleno y mantenerlas limpias, frescas y duraderas?

  • Desenfundar y lavar por separado: Retira la funda protectora y lávala en lavadora según sus instrucciones de etiqueta.
  • Aspirar antes de lavar: Una vez sin funda, pasa la aspiradora para eliminar el polvo incrustado.
  • Eliminar manchas específicas: Utiliza bicarbonato de sodio o agua oxigenada en manchas puntuales antes del lavado general.
Aunque pasan desapercibidas, las almohadas acumulan sudor, manchas y desgaste. Fuente: Freepik. 

Lavado en lavadora (si el fabricante lo permite):

  1. Usa detergente líquido suave.
  2. Temperatura máxima: 30–40?°C.
  3. Ciclo de lavado delicado.
  4. Consejo útil: agrega dos pelotas de tenis envueltas en calcetines para mantener el relleno esponjoso.

Lavado a mano:

Deja la almohada en remojo con detergente suave por 12 horas. Luego, enjuaga con abundante agua limpia.

  • Secado adecuado:
  1. En secadora: ideal si está permitido.
  2. Al aire libre: evita la exposición directa al sol y asegúrate de que esté completamente seca antes de volver a usarla para prevenir moho u olores.

¿Qué técnicas recomiendan los expertos para lavar cada tipo de almohada sin dañarlas?

Cada material requiere un tratamiento especial para conservar su forma y propiedades:

  • Látex: Lavar a mano con agua tibia. Algunas versiones permiten lavadora, pero siempre revisar etiqueta.
  • Viscoelásticas (espuma con memoria): No aptas para lavadora. Lavar a mano solo en caso de manchas.
  • De plumas: Requieren cuidado especial. No todas las plumas reaccionan igual al lavado y secado.
  • Relleno sintético: Aptas para lavado a mano o en máquina, dependiendo de la calidad del relleno.

¿Estás cuidando correctamente un elemento esencial de tu descanso como lo es la almohada?

  • Ventilación diaria: Sacudirlas y dejarlas airear al menos una vez por semana.
  • Usar fundas protectoras: Ayudan a evitar manchas y alargan la vida útil del relleno.
  • Lavar fundas regularmente: Idealmente, junto con las sábanas.
  • Secado completo: Asegúrate de que estén 100% secas antes de volver a usarlas.
  • Reemplazo oportuno: Si tu almohada está muy delgada, apelmazada o ya no ofrece soporte, es momento de cambiarla.
Las almohadas son una pieza clave en el ritual del descanso. Fuente: Freepik. 

¿Qué tipo de almohada es ideal según tu postura al dormir cada noche?

La elección de una buena almohada no depende solo del material, sino también de cómo duermes:

  • Boca arriba: firmeza y grosor medio.
  • Boca abajo: blanda y delgada.
  • De lado: firme y con grosor suficiente para alinear cuello, cabeza y columna.
  • Posturas mixtas: materiales adaptables que respondan a la forma del cuerpo.

Las almohadas no son solo un accesorio de la cama: son soporte, abrigo y una pieza clave en el ritual del descanso. Cuidarlas, mantenerlas limpias y adaptadas a nuestras necesidades no es un detalle menor, es una forma de proteger nuestra salud y mejorar la calidad del sueño.