Ernesto, que recientemente se había debilitado a tormenta tropical, ha recobrado fuerza y se ha convertido nuevamente en un huracán de categoría 1, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. Con vientos sostenidos de hasta 120 kilómetros por hora, Ernesto avanza hacia el norte por el Atlántico, generando preocupación en las costas de Estados Unidos y Canadá, aunque su impacto en México ya ha sido considerable.
Impacto en la costa mexicana
A lo largo de su recorrido, Ernesto ha afectado a varias regiones, incluida la costa este de México. Aunque no tocó tierra directamente, sus efectos se sintieron en estados como Veracruz y Quintana Roo, donde se reportaron lluvias intensas y fuertes vientos que causaron daños materiales menores y cortes de energía en algunas zonas. Las autoridades locales han estado en alerta, monitoreando de cerca el progreso del huracán para tomar medidas preventivas adicionales en caso de que su trayectoria cambie.
Afectaciones en el Caribe y Norteamérica
El huracán también rozó Puerto Rico a principios de la semana pasada, dejando sin electricidad a más de 600,000 personas. Posteriormente, golpeó directamente las Bermudas, donde causó estragos, interrumpiendo el suministro eléctrico a más del 70% de los usuarios antes de debilitarse temporalmente. Sin embargo, su reciente intensificación ha vuelto a colocar a Ernesto en el centro de la atención.
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Situación actual y previsiones
Actualmente, se prevé que el huracán pase cerca del sureste de la isla canadiense de Terranova, creando condiciones peligrosas para los residentes y turistas a lo largo de la costa atlántica de América del Norte. Las marejadas generadas por Ernesto están afectando también partes de las Bahamas, la costa este de Estados Unidos y el Atlántico canadiense.
Recomendaciones y próximos pasos
Aunque por el momento no hay alertas costeras activas para México, las autoridades instan a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales, especialmente en las regiones costeras, donde las condiciones podrían cambiar rápidamente si Ernesto continúa su trayectoria impredecible. La temporada de huracanes en el Atlántico, que se extiende de junio a noviembre, sigue siendo activa, y se espera que fenómenos como Ernesto sean más frecuentes e intensos debido al aumento de la temperatura oceánica.