Qué desventajas existen al colocar piso flotante en tu casa
Los pisos flotantes son diseñados y colocados para renovar los espacios. A través de estos elementos, se puede remodelar cualquier ambiente. Conoce sus desventajas.
A la hora de renovar los espacios del hogar o cualquier ambiente habitado, el piso flotante es un recurso que muchas personas utilizan para aprovechar sus ventajas. Esta opción es popular y accesible, y además otorga elegancia y se puede colocar con practicidad.
Este revestimiento, que también es conocido como piso laminado, forma parte del diseño de un espacio, se puede instalar de manera fácil y sencilla en una casa, en comparación con otros elementos de la construcción o arquitectura. Es versátil porque sus acabados son diversos y se adaptan a varios estilos de decoración del hogar.
¿Qué significa piso flotante?
El piso flotante es un revestimiento que no se ancla directamente en el suelo. Se instala sobre una base correctamente nivelada, con una capa de espuma o polietileno. Estos últimos materiales actúan como aislantes acústicos y térmicos.
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Este método de instalación asegura que las tablas encajen entre sí, sin la necesidad de utilizar adhesivos permanentes. Actualmente, existen varias opciones que van desde los acabados en madera natural, hasta los diseños más llamativos con patrones geométricos, de textura y con colores intensos.
Este revestimiento se ha convertido en una óptima opción para solucionar y renovar aspectos estéticos, prácticos y económicos del hogar. Sin embargo, a pesar de sus varias ventajas, también presenta algunas desventajas o puntos desfavorables para su uso.
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¿Cuáles son las desventajas del piso flotante?
Dentro de las desventajas de colocar un piso flotante, se pueden mencionar algunos aspectos que están relacionados a su vida útil y la resistencia a distintos materiales o sustancias:
- Vida útil: son diseñados para su uso de entre 10 y 15 años. Pero pueden durar más con los cuidados y el mantenimiento correspondiente.
- No es madera natural.
- Debe limpiarse con trapos levemente húmedos para evitar daños del material.
- No es 100% resistente al agua: hay que evitar derrames de líquidos, ya que puede hincharse y deformarse.
- Sustancias como la arena y el polvo pueden desgastar el material (efecto lija).
- Si bien está diseñado para resistir cierto desgaste, los roces continuos o permanentes con diversos objetivos, pueden dañar la superficie.