Un reciente estudio de la Universidad de Sídney demostró que la combinación de ventiladores y aire acondicionado puede reducir significativamente el consumo de energía. Según el estudio publicado en The Lancet Planetary Health, el uso de un ventilador a potencia media-alta puede permitir un ahorro de hasta un 75% en la factura de electricidad.
Uno de los problemas comunes con los sistemas de aire acondicionado es la mala distribución del aire frío. A menudo, las unidades de aire acondicionado no están ubicadas en lugares óptimos dentro de las habitaciones, creando bolsas de aire frío en zonas que no se utilizan, desperdiciando energía. Utilizar un ventilador estratégicamente colocado puede ayudar a distribuir el aire frío de manera más uniforme y eficiente.
La utilización de ventiladores no solo reduce la factura eléctrica, sino que también tiene beneficios ambientales. Los investigadores de Sídney realizaron un análisis de costo-beneficio que mostró que el impacto ambiental de combinar ventiladores con aire acondicionado supera incluso el cambio de bombillas incandescentes a LED en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
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En términos concretos, un ventilador que funcione a una velocidad de hasta 1,2 m/s junto con el uso ocasional del aire acondicionado puede reducir el consumo energético de 5.592 GWh a 1.344 GWh, y las emisiones de gases de efecto invernadero de 5.091 kilotoneladas a 1.208 kilotoneladas.
Consideraciones prácticas
Para maximizar estos beneficios, es crucial colocar el ventilador a una distancia de aproximadamente 2 metros del área donde se desea el mayor frescor. Esto garantiza una transferencia de calor eficaz desde nuestra piel, mejorando la sensación térmica. Sin embargo, es importante tener en cuenta factores como la humedad relativa del ambiente, que también influye en el confort.
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En caso de tener un único punto de frío, abrir y cerrar las puertas para configurar el flujo de aire hacia las zonas que le interesen en cada momento. Priorizar los espacios de mayor concurrencia, ya que cocinas o baños no requieren climatización, dado su uso.
Contrario a lo que puede parecer, tener estos dos aparatos prendidos es una forma efectiva de mantener el hogar fresco durante los días calurosos. Al mismo tiempo, también es una estrategia eficiente para reducir el consumo energético y el impacto ambiental, lo que se traduce en un ahorro significativo en la factura de electricidad. ¡Qué esperas para ponerlo a prueba!