Los perros son compañeros invaluables en cualquier etapa de la vida, pero en el caso de los adultos mayores su presencia puede convertirse en una fuente de bienestar físico, emocional y social. Elegir la raza adecuada es clave para garantizar una convivencia armónica y que tanto la persona como la mascota disfruten de un día a día lleno de amor y tranquilidad.
Diversos estudios científicos confirman que convivir con un perro ayuda a prevenir problemas de salud, mejora la movilidad y reduce el riesgo de deterioro cognitivo. Además, pasear con una mascota refuerza la vida social y ofrece un propósito diario para las personas mayores.
¿Cuáles son las razas más recomendadas para adultos mayores?
Entre las razas pequeñas destacan:
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- Bichón frisé: juguetón, cariñoso e hipoalergénico.
- Cavalier King Charles spaniel: sociable y perfecto para paseos tranquilos.
- West Highland terrier: inteligente, leal y con ejercicio moderado es feliz.
- Chihuahua: cariñoso y familiar, ideal para espacios pequeños.
- En razas medianas y grandes, las más recomendadas son:
- Golden retriever: paciente, protector y excelente para motivar la actividad física.
- Labrador retriever: confiable, enérgico y con gran instinto de compañía.
Cabe señalar que los perros mestizos o “criollos” también pueden ser una gran opción, ya que suelen adaptarse fácilmente a distintos entornos y personalidades.
¿Qué beneficios aporta un perro a los adultos mayores?
Tener un perro en casa no solo brinda compañía, también impulsa un estilo de vida más activo. Pasear diariamente al animal mejora la movilidad, fortalece los músculos y ayuda a prevenir caídas, una de las principales causas de hospitalización en adultos mayores.
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En el plano emocional, la interacción con los perros libera serotonina y endorfinas, hormonas que generan bienestar y ayudan a combatir la ansiedad y la depresión. Además, los adultos mayores que conviven con mascotas suelen tener más oportunidades de socializar, lo que reduce el sentimiento de soledad.
Por otro lado, algunos perros pueden detectar cambios en la salud de sus dueños gracias a su agudo olfato, desde bajadas de glucosa hasta señales de problemas cardíacos, lo que añade un beneficio extra para quienes los cuidan.
¿Qué aspectos considerar al elegir una raza?
Antes de adoptar un perro, es importante valorar el estilo de vida del adulto mayor. Generalmente, se recomiendan razas pequeñas o medianas que no requieran demasiada fuerza física para controlarlas. Sin embargo, si la persona mantiene un ritmo de vida activo, también puede optar por razas grandes como el golden retriever, conocido por su paciencia y nobleza.
Otros puntos a considerar son el nivel de energía de la mascota, la facilidad de adiestramiento, la necesidad de cuidados especiales y la sociabilidad de la raza. Lo más importante es que exista compatibilidad entre el carácter del perro y el estilo de vida del tutor.
