¿Te imaginas un Pueblo de Durango que se encuentre escondido en el corazón del semidesierto duranguense, con historia virreinal, aguas termales, manantiales y montañas para explorar?, este lugar sí existe, y lo mejor es que casi nadie lo visita.
En medio de rutas religiosas, sabor norteño y paisajes naturales que sorprenden, hay un Pueblito que lo tiene todo para convertirse en tu próximo destino favorito de fin de semana. Y sí, está más cerca de lo que piensas.
¿Cuál es el Pueblo de Durango poco concurrido?
Se llama Cuencamé de Ceniceros y, aunque no es tan famoso como el Pueblo Mágico de Mapimí o Nombre de Dios, es un sitio con mucha historia, arquitectura colonial, manantiales naturales y tradiciones vivas. Es ideal si buscas algo fuera de lo común y sin multitudes.
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Aquí se respira tranquilidad, misticismo y naturaleza pura.
¿Qué puedes hacer en Cuencamé de Ceniceros?
Prepárate para vivir un poco de todo, porque en este sitio puedes visitar el Templo de San Antonio de Padua, recorrer el Camino Real de Tierra Adentro o perderte en sus sierras semidesérticas como La Venada o Palotes.
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Si te gusta el ecoturismo, hay balnearios como Los Arcos y manantiales en Ocuila o San Pedro donde puedes nadar y relajarte, además, si vas en agosto, puedes vivir la tradicional peregrinación al Señor de Mapimí, una experiencia llena de fe, cultura y color.
¿Cómo llegar a Cuencamé desde CDMX?
Desde la CDMX puedes tomar un vuelo a Durango capital y de ahí hacer un recorrido en auto de unas 2 horas por la Carretera Federal 40D.
También puedes llegar en autobús si vas con más tiempo, pues considera que este viaje puede ser de entre 10 y 12 horas, sin embargo, es un viaje muy panorámico, ideal si te gustan los paisajes del norte y hacer paradas espontáneas para fotos o comida típica.
¿Qué puedes comer en Cuencamé?
La gastronomía local es sencilla pero deliciosa, así que no puedes irte sin probar las gorditas de asadero en chile verde, el atole de grano y los productos hechos con orégano silvestre, uno de los tesoros del semidesierto.
Si tienes suerte, puedes encontrar también sotol artesanal o queso fresco de rancho. Todo con ese sabor casero que solo el norte de México sabe dar.
Así que ya lo sabes, si buscas un lugar poco turístico, lleno de historia, naturaleza, buena comida y paisajes para desconectarte, Cuencamé es el Pueblito de Durango que tienes que conocer antes que se haga famoso.