Un lugar mágico, un lugar alejado de la ciudad y de sus ruidos, un lugar cercano a la naturaleza, esa es la idea y el encanto de Ixtenco, pueblo de Tlaxcala que ha captado la atención de los turistas. Además, gracias a su cercanía con la Ciudad de México, hace de este destino, uno ideal para visitar durante las vacaciones de verano.
Ixtenco, el pueblo elegido
Parte del encanto de Ixtenco, es su arquitectura, sus calles empedradas y los cráteres. Es el destino ideal, para aquellos que poseen poco presupuesto, pero desean tener grandes experiencias y su cercanía con Ciudad de México, es el combo perfecto. Este pueblo mágico, es el destino perfecto para toda la familia ya que se puede recorrer tranquilamente y si buscas aventura, deberás ir a ver lo cráteres en el cerro.

El cerro Xalapasco es ideal para la búsqueda de aventuras, es de las grandes atracciones, porque es conocido como “el señor de los 10 cráteres”. En este sitio es posible observar distintos cráteres generados por la actividad volcánica de la zona, logrando crear nuevas historias y recuerdos inmemorables para los turistas que lo visitan.
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Este pueblo mágico es el último reducto de la cultura otomí es Tlaxcala y sus iglesias son parte de su legado prehispánico, que puedes recorrer tranquilamente en sus calles empedradas y visitar las antiguas haciendas rodeadas de paisajes naturales. Esas haciendas son: de San Antonio, San José Bautista, San Santiago y San Cristóbal.
Direcciones para llegar a Ixtenco
Para llegar a Ixtenco es necesario pasar por otro de los pueblos mágicos de Tlaxcala: Huamantla. En transporte público, desde la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO) se debe tomar un autobús con dirección a Huamantla y que tarde poco más de dos horas hasta este lugar, una vez ahí basta con tomar un taxi hasta Ixtenco cuyo trayecto podría ser de 20 minutos aproximadamente.