Aunque el baño cumple una función esencial, muchas veces es el lugar más olvidado a la hora de generar una atmósfera agradable.
El mal olor puede surgir por la humedad, la falta de ventilación o el uso constante. Sin embargo, mantenerlo perfumado no requiere grandes inversiones ni productos industriales.
¿Tu baño huele mal todo el tiempo? Probá estos tres secretos con aceites esenciales
Aunque una limpieza profunda es esencial para evitar los malos olores, existen formas inteligentes de extender la sensación de frescura.
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Una de ellas consiste en aplicar de cinco a ocho gotas de tu aceite esencial favorito (como lavanda, menta o eucalipto) en el cartón del papel higiénico. Cada vez que el rollo gire, liberará un aroma sutil que perfuma el espacio sin esfuerzo.
Otro truco útil es colocar bolitas de algodón con aceite esencial en el fondo del bote de basura. Solo hay que ponerlas antes de colocar la bolsa plástica. Este sencillo paso ayuda a neutralizar olores y mantener una atmósfera más limpia cada vez que se usa el cesto.
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Para combatir olores persistentes cerca del inodoro, una solución eficaz es usar arroz crudo. En un frasco pequeño, se colocan media taza de arroz y varias gotas de aceite esencial. La mezcla actúa como absorbente natural y ambientador, ideal para colocar en repisas o esquinas.
¿Por qué un baño con buen aroma influye en el bienestar?
Expertas en decoración coinciden en que un baño con buen aroma no solo mejora la experiencia de uso, sino que también refuerza la percepción de limpieza y cuidado del hogar. Aunque esté limpio, un mal olor puede arruinar la impresión general, en cambio, los aromas frescos aportan bienestar, comodidad y hasta mejoran el estado de ánimo.
Ya sea para uso diario o para recibir visitas, pequeños trucos caseros permiten transformar el baño en un espacio más agradable, sin necesidad de productos costosos, solo se necesita un poco de tiempo y elementos sencillos para lograr un rincón fresco y acogedor.