Serpientes y Escaleras cierra su temporada con un final tan retorcido como adictivo, donde las ambiciones, las traiciones y los secretos más oscuros salen a la luz.
En el corazón de este caos está Dora, una mujer que comenzó queriendo hacer lo correcto, pero que terminó cruzando todas las líneas posibles por alcanzar su sueño: convertirse en directora del exclusivo colegio Andes de San Javier.
¿Qué pasó al final de la serie Serpientes y Escaleras?
La trama final de Serpientes y Escaleras da un giro radical cuando Dora, inicialmente una figura de moral intachable, empieza a hacer concesiones peligrosas. Su alianza con Olmo Muriel, un poderoso empresario chocolatero, la impulsa políticamente, pero también la arrastra a un mundo lleno de chantajes, encubrimientos y manipulaciones.
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Dora se involucra en el encubrimiento de un asesinato durante una fiesta, acepta dinero sucio para ayudar a su hijo Toño con sus deudas, y hasta droga a su competencia para sacarla del camino. Su deterioro moral es progresivo, pero efectivo: logra quedar como la única candidata a la dirección.
Sin embargo, su plan se tambalea cuando Tamara, su principal enemiga, descubre la alianza entre Dora y Olmo y logra que se reanuden las elecciones con una nueva candidata: Marta Sánchez.
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Dora, presionada y desesperada, orquesta una jugada sucia usando un video comprometedor para chantajear al cónsul y su esposa. Pero el escándalo no afecta a los involucrados, sino que se vuelve contra Olmo, al revelar imágenes comprometedoras que lo vinculan con la desaparición de Bernie.
¿Dora logra convertirse en directora?
A pesar de todo su esfuerzo, manipulaciones y traiciones, Dora no se convierte en directora del colegio. Marta gana las elecciones con el respaldo de los padres y el prestigio de mantenerse alejada de los escándalos. Para empeorar las cosas, su hijo Toño es arrestado tras ser incriminado por Juana Muriel, la hija de su aliado Olmo, en un acto de venganza.
Pero el destino le tiene una jugada más a Dora: tras traicionar a Olmo con información sensible al gobernador, es recompensada con un cargo aún más alto: la Secretaría de Educación Pública. Así, aunque no logra su objetivo inicial, obtiene un puesto de mayor poder.
En paralelo, Olmo huye del país junto a sus hijas, acorralado por los escándalos. Tamara y Vicente deciden mudarse a España y abrir una clínica de bienestar sexual, cerrando su ciclo con una relación fortalecida.
El final de la serie Serpientes y Escaleras muestra que el poder tiene un precio alto y que, en un juego de traiciones, nadie sale completamente limpio. Dora no logra convertirse en directora, pero asciende más alto de lo esperado.