La Mexicana, la película de 2001 protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts, no solo capturó la atención del público por su mezcla de acción, romance y humor, sino también por la evidente química entre sus protagonistas.
Detrás del rodaje de esta peculiar historia ambientada en tierras mexicanas, surgieron rumores de un romance entre los actores, alimentados por la atmósfera mágica del lugar donde se filmó: Real de Catorce, en San Luis Potosí.
Dirigida por Gore Verbinski, La Mexicana cuenta la historia de Jerry, un ladrón algo torpe que debe viajar a México para recuperar una pistola antigua.
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Al mismo tiempo, su novia Samantha, cansada de su vida criminal, le exige que cambie. Aunque presentada como una comedia romántica, la película se aleja de los clichés del género, apostando por una trama de mafias, malentendidos y redención.
¿Qué magia tiene Real de Catorce que logró enamorar a Brad Pitt y Julia Roberts?
Al momento de su estreno, La Mexicana no solo llamó la atención por su trama. La química entre Brad Pitt y Julia Roberts desbordaba la pantalla, despertando rumores sobre un posible romance fuera del rodaje. Aunque nunca confirmaron una relación sentimental, ambos reconocieron públicamente la admiración mutua que sienten y forjaron una amistad que perdura hasta hoy.
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Uno de los grandes aciertos de la cinta fue la elección de su locación principal. El director Gore Verbinski buscaba un escenario auténtico y diferente y lo halló en Real de Catorce, un antiguo pueblo minero enclavado en el desierto mexicano.
Con su aire árido, calles empedradas y arquitectura detenida en el tiempo, el lugar aportó la atmósfera perfecta para una historia que combina comedia, western y drama con toques románticos.
¿Qué escenas icónicas se grabaron en Real de Catorce y cómo marcaron la película La Mexicana?
Una de las escenas más emblemáticas de La Mexicana muestra a Brad Pitt ingresando al pueblo montado en un burro, mientras atraviesa el túnel Ogarrio, un pasaje subterráneo de casi 2 kilómetros que parece transportar al visitante a un lugar detenido en el tiempo. En ese mismo entorno se filmaron secuencias clave como el secuestro de Samantha y el enfrentamiento final con la mafia.
El impacto de la película no se limitó a los más de 140 millones de dólares recaudados frente a una inversión de 38 millones: también impulsó el turismo en Real de Catorce. Desde entonces, el pueblo ha sido elegido como locación para otras cintas como El Zorro y Bandidas y su fama creció como destino lleno de historia y belleza singular.
Hoy, quienes lo visitan pueden caminar por sus calles empedradas, conocer la parroquia que aparece en la escena del beso, cruzar el icónico túnel Ogarrio o lanzarse en tirolesa a 500 metros de altura.
El magnetismo de este rincón mexicano permanece intacto, entre ruinas mineras, miradores de cristal y una atmósfera que muchos describen como mágica.
¿Qué convierte a este Pueblo Mágico en un destino turístico imperdible después del éxito cinematográfico?
Más allá del guión, del romance o de los rumores, La Mexicana es un ejemplo de cómo el cine puede capturar la esencia de un lugar y convertirlo en coprotagonista.
En este caso, Real de Catorce no solo fue testigo de una historia de ficción, sino también del inicio de una amistad entrañable entre dos de las estrellas más queridas de Hollywood. Y quizás, como dijo el propio Gore Verbinski, “México tiene algo que transforma todo lo que toca”, incluso a sus actores.