¿Te has sentido cansado, con fiebre o un sarpullido extraño en el cuerpo?, podrías estar frente a algo más serio de lo que imaginas. Aunque el sarampión suele relacionarse con la infancia, lo cierto es que está resurgiendo, y muchas personas adultas ni siquiera se dan cuenta de que lo padecen.
Una alerta reciente ha puesto en foco esta enfermedad que, aunque prevenible, puede ser grave. Es por eso que en FM Globo te contamos los síntomas que podrían confirmar que estás lidiando con el sarampión… y ni siquiera lo sabías.
¿Cuáles son los síntomas del sarampión?
El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa, transmitida por pequeñas gotas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Puede parecer una gripe común al inicio, lo que complica su detección temprana.
Te podría interesar
Los principales síntomas del sarampión incluyen:
- Fiebre alta, que suele comenzar de forma repentina.
- Tos seca y persistente, muy parecida a la de un resfriado.
- Congestión nasal y dolor de garganta, síntomas que suelen confundirse con una gripe.
- Conjuntivitis, acompañada de enrojecimiento e irritación ocular.
- Manchas blancas en el interior de la boca, conocidas como manchas de Koplik.
Sarpullido rojizo, que empieza en la cara y se extiende por el cuerpo. Este último es uno de los signos más característicos y diferenciales del sarampión.
Estos síntomas suelen aparecer entre 7 a 14 días después de la exposición al virus, y el sarpullido en particular se manifiesta entre el tercer y séptimo día de enfermedad; aunque cualquier persona puede contagiarse, los niños no vacunados son los más vulnerables.
Te podría interesar
¿Cuánto tiempo dura el sarampión?
La evolución del sarampión sigue un curso que puede durar de 2 a 3 semanas. El periodo más contagioso se da durante los primeros 8 días, especialmente desde 4 días antes de que aparezca el sarpullido hasta 4 días después.
Durante este tiempo, es fundamental no minimizar los síntomas y evitar el contacto con otras personas para frenar la propagación del virus; aunque en algunos casos el cuerpo puede superar la enfermedad sin complicaciones graves, en otros, el sarampión puede causar neumonía, encefalitis e incluso la muerte.
Por eso, si presentas alguno de estos síntomas o has estado en contacto con alguien diagnosticado, acudir al médico es fundamental. Un diagnóstico a tiempo no solo puede evitar complicaciones, sino también salvar vidas.