La llegada de Estado de fuga 1986 al catálogo de Netflix abrió de nuevo una herida histórica en Colombia, la masacre de Pozzetto, un episodio que marcó a toda una ciudad y que hoy regresa en forma de thriller psicológico. La producción mezcla ficción y realidad para reconstruir los momentos previos al ataque cometido por Campo Elías Delgado, así como las tensiones mentales que rodearon su colapso. La serie se convirtió rápidamente en un fenómeno por la manera en que revive un caso que muchos conocían solo de nombre, pero cuyas dimensiones se comprenden recién ahora.
¿Estado de fuga 1986 está basada en hechos reales?
Sí. Aunque la narración introduce elementos ficticios para profundizar en la psicología de sus personajes, la historia parte de un hecho real, la masacre ocurrida el 4 de diciembre de 1986 en Bogotá. Ese día, Campo Elías Delgado, veterano del Ejército de Estados Unidos y profesor de inglés, asesinó a 29 personas en distintos puntos de la ciudad, incluyendo a su propia madre, vecinos y comensales del restaurante Pozzetto.
La serie opta por renombrar al agresor como Jeremías Salgado, interpretado por Andrés Parra, y presenta la historia desde la mirada de Camilo León, un joven aspirante a escritor. Ese punto de vista funciona como puente para explorar no solo los hechos, sino los laberintos mentales que acompañan a un asesino en deterioro psicológico.
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La masacre de Pozzetto: el hecho real detrás de la serie
La reconstrucción histórica muestra un ataque que se extendió durante siete horas y afectó a tres lugares distintos de Bogotá. Campo Elías primero mató a una alumna de 15 años y a la madre de esta; luego asesinó a su propia madre e incendió el departamento donde vivían. Más tarde, disparó contra varios vecinos que abrieron la puerta al escuchar la alarma del incendio. Finalmente llegó al restaurante Pozzetto, donde cenó con calma antes de abrir fuego contra clientes y empleados. Allí murieron la mayoría de las víctimas.
El caso conmocionó a todo el país y motivó a Mario Mendoza a escribir Satanás, la novela que más tarde inspiraría la visión psicológica que hoy retoma la serie. Mendoza conoció personalmente al asesino, y esa cercanía aporta una perspectiva única sobre el deterioro mental que rodeó la tragedia.
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¿Qué cambia la serie respecto a la historia real?
Estado de fuga 1986 no busca reconstruir los hechos al pie de la letra. La intención de los creadores fue reinterpretar el contexto para entender la desconexión mental del protagonista. El estudiante León es clave en esta nueva lectura, a través de él se observa cómo el límite entre la ficción, la memoria y el horror puede desdibujarse hasta volverse irreconocible. Esta decisión creativa marca distancia de otras adaptaciones, como Satanás, y abre un espacio para reflexionar sobre los detonantes de la violencia.
Andrés Parra y la interpretación de Jeremías Salgado
El actor colombiano asume uno de los papeles más complejos de su carrera. Su personaje muestra a un hombre atormentado por su pasado, sus obsesiones literarias y su lucha interna. Parra ya había trabajado con Mario Mendoza en otras producciones, pero esta vez enfrenta un retrato más oscuro y desafiante, donde cada gesto contribuye a construir el perfil de un asesino envuelto en contradicciones.
