Ocozocoautla de Espinosa, conocido con cariño como Coita, se ha transformado en uno de los rincones más sorprendentes de Chiapas. Su nombramiento como Pueblo Mágico impulsó el turismo y reveló al mundo un destino lleno de naturaleza, tradición y aventura.
Sus montañas, ríos cristalinos y acantilados convierten este sitio en un paraíso para quienes aman las actividades extremas, especialmente el vuelo deportivo, una experiencia que permite ver desde el cielo la enorme diversidad que rodea al municipio. Además, aquí los viajeros encuentran miradores naturales que muestran panorámicas impactantes del valle.
Aventura desde las alturas
El vuelo deportivo se ha convertido en uno de los principales atractivos gracias al club Valle Bonito, un espacio dedicado a brindar experiencias aéreas para quienes buscan vivir Chiapas desde otra perspectiva. Durante el recorrido es posible contemplar maravillas como la Sima de las Cotorras, el Cañón Río La Venta, las cascadas de la Conchuda y la espectacular caída de agua conocida como El Aguacero. Todo el entorno combina selva, formaciones rocosas y corredores biológicos que hacen cada minuto en el aire una postal inolvidable.
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Ocozocoautla también es ideal para quienes prefieren actividades en tierra. En la reserva El Ocote se encuentra la ruta que lleva a la cascada El Aguacero, un descenso de 724 escalones que conduce hasta un paisaje dominado por agua fresca, paredes de piedra y un par de miradores naturales, La Tortuga y El Zopilote. Es uno de los rincones más visitados por los amantes del senderismo.
Miradores que sorprenden
Además del espectáculo aéreo, el pueblo ofrece algunos miradores perfectos para disfrutar el amanecer o la vista panorámica de todo el valle. Uno de ellos es el Mirador de la Cruz, ubicado en lo alto del cerro. Desde ahí la ciudad se observa completa, rodeada de montañas y atravesada por los ríos que dan vida a la región. Es un punto ideal para hacer ejercicio, respirar aire limpio y tomar fotografías.
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Otra parada obligada es la Sima de las Cotorras, una enorme oquedad donde cientos de aves ingresan y salen en espiral cada mañana y al atardecer. El sitio permite practicar rappel y tirolesa, además de ofrecer un escenario natural que combina aventura con observación de fauna.
Naturaleza, cultura y tradición
El Pueblo Mágico también se distingue por sus festividades. El Carnaval Zoque Coiteco llena las calles de música, máscaras artesanales y personajes tradicionales como el Tigre, el Mono y la Correlona. Es una celebración que atrae a turistas de todo el país gracias a su energía y a la hospitalidad de las familias locales.
Para completar el recorrido, vale la pena visitar la Iglesia de San Juan Bautista, uno de los templos más antiguos del estado, además del pequeño centro arqueológico zoque en Cerro Ombligo. Ocozocoautla combina aventura, historia y una gastronomía que honra recetas tradicionales como el caldo de res, panes artesanales y platillos elaborados con pepita de calabaza.
