Enclavado entre cerros verdes y vestigios prehispánicos, el pueblo mágico de Malinalco no sólo seduce por su historia y paisajes, sino también por su vibrante y singular gastronomía.
Acá, cada platillo es un reflejo del entorno natural, de las costumbres indígenas y de una creatividad culinaria que sorprende al visitante.
¿Por qué Malinalco es una joya escondida entre montañas, historia y sabores?
Hablar de Malinalco es hablar de truchas. Este pez, criado en las frías aguas de la región, se prepara de muchas maneras, pero ninguna como la emblemática trucha al estilo Malinalco, cocinada con rajas, jitomate, epazote y cebolla. El resultado es un platillo fragante, lleno de sabor y con identidad propia, que se ha convertido en un obligado de la cocina local.
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Quienes buscan experiencias culinarias más audaces encontrarán en Malinalco un paraíso. Aquí es posible probar iguana en caldillo, rana, ajolote en tamal y guisos de armadillo, conejo, jabalí y tlacuache. Sabores intensos y poco comunes que conectan con la gastronomía ancestral del lugar.
Después de una comida abundante, nada como refrescarse con una de las tradicionales nieves artesanales del pueblo. Hechas con frutas locales como coco, guanábana, nanche, mamey, piña, zapote o tamarindo, también hay opciones más atrevidas como las de tequila y café.
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Y para acompañar cualquier platillo, o simplemente brindar por el viaje, elige entre un mezcal artesanal o un buen pulque: dos bebidas profundamente enraizadas en la tradición mexicana.
¿Te imaginas caminar 400 escalones para descubrir un adoratorio mexica en la cima?
Este destino del Estado de México no sólo conquista el paladar. Malinalco deslumbra con su vegetación exuberante, sus calles empedradas perfumadas por flores, su ex convento agustino y su aire místico que proviene de tiempos prehispánicos.
Uno de sus mayores tesoros es el Cuauhtinchán, un adoratorio mexica esculpido directamente en la roca del Cerro de los Ídolos. Subir los más de 400 escalones que conducen al templo es una experiencia inolvidable, con vistas panorámicas y la sensación de caminar hacia el pasado.
En la cima se encuentra la Casa de las Águilas, donde se cree que se realizaban ceremonias de iniciación para los guerreros águila y jaguar.
Este templo monolítico ha sido comparado con sitios tan icónicos como Petra en Jordania o los Gigantes de Abu Simbel en Egipto. No por nada, es uno de los lugares más fascinantes de Mesoamérica.
¿Cómo llegar a Malinalco desde la Ciudad de México o el Aeropuerto de Toluca?
En autobús:
- Las líneas Tres Estrellas del Centro y Autotransportes Águila llegan hasta Chalma, desde donde se puede tomar taxi o microbús a Malinalco.
En avión:
- Desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (122 km, 2:20 h en auto).
- Desde el Aeropuerto de Toluca (60 km, aprox. 1:30 h), que ofrece vuelos nacionales como el de Vivaaerobus a Cancún.
Entre sabores únicos, paisajes que cortan la respiración y un legado histórico excepcional, Malinalco es mucho más que un destino turístico, es una experiencia para todos los sentidos. Ideal para un fin de semana largo o una escapada que combine cultura, naturaleza y claro, muy buena comida.
