María Matuz fue una destacada curandera y sanadora tradicional de Sonora, México, reconocida por sus amplios conocimientos en la medicina herbal y sus habilidades curativas. Nacida en una pequeña comunidad rural, Matuz dedicó su vida a preservar y practicar los conocimientos ancestrales sobre la salud y el bienestar, conocimientos que habían sido transmitidos de generación en generación en su familia y comunidad.
Desde una edad temprana, aproximadamente a los 10 años, Matuz mostró un profundo interés por las plantas medicinales y las prácticas curativas tradicionales. Su abuela, quien también era curandera, se convirtió en su mentora y le enseñó a identificar, recolectar y preparar diversas hierbas y remedios naturales.
A través de su abuela, Matuz aprendió no solo sobre las propiedades curativas de las plantas, sino también sobre la importancia de la conexión espiritual y emocional en el proceso de sanación.
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A lo largo de su vida, María Matuz ganó una reputación significativa en su región y más allá, debido a su capacidad para tratar una variedad de dolencias físicas y espirituales. Personas de distintas partes del país e incluso fuera del mismo, acudían a ella en busca de alivio para enfermedades que la medicina moderna no lograba curar. Matuz utilizaba una combinación de conocimientos herbales, rituales tradicionales y una profunda intuición para diagnosticar y tratar a sus pacientes.
María Matuz la curandera y chamán que supuestamente evitó una sequía en Sonora
Además de ser curandera, también era chamán, incluso se menciona que con el poder de la oración logró hacer cosas que nadie imaginaba, según algunos relatos en la década de los 80´s, Fue llevada a Hermosillo por el gobernador Samuel Ocaña.
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Todo esto con la finalidad de que hiciera llover y erradicara la sequía que amenazaba en la localidad de Sonora. En la presa Abelardo L. Rodríguez se llevó a cabo un ritual, ya que estaba muy seca.
Incluso Eloy Bustamante, en su libro María Matuz, asegura que parada al borde de la presa, alzó los brazos e hizo una plegaria al cielo. Luego de algunos minutos de plegaria se vio un relámpago en el horizonte para dar inicio a la lluvia.
En menos de dos horas, la presa ya tenía un gran caudal, acreditado a la curandera María Matuz, quien es toda una leyenda en Sonora, México. Finalmente, murió el 30 de julio de 2012 en su estado natal.