En una relación amorosa siempre existen diversos lenguajes no verbales que pueden significar distintas cosas; están los besos, las caricias, los detalles, los actos de servicio pero, ¿a tu pareja le gusta darte nalgadas?, si tu respuesta fue sí, continúa leyendo este artículo porque te explicaremos lo que significa este acto.
Vas caminando y te da una nalgada, estas parada haciendo cualquier cosa, llega por atrás y te da una nalgada. Le gusta hacer este gesto pero no sabes qué quiere decirte con esto realmente. En FM Globo te platicaremos un poco sobre las intenciones y el lenguaje no verbal que está intentando transmitirte a través de estos pequeños golpecitos.
Primeramente es importante destacar que hablamos de nalgadas como un gesto sensual, para nada referente a un tipo de agresión.
¿Qué significa que mi pareja me nalguee?
En esa parte de la relación en donde tu pareja busca intencionar el coqueteo y llegar más allá, sin duda es una acción con la que busca aumentar el deseo entre ambos para tener un encuentro íntimo, ya que muchas veces estas palmadas provocan la euforia entre ambas personas.
Significa que tu pareja le encantas, le fascinas y que está desesperado por estar contigo. Las nalgadas sensuales son una forma de juego erótico con las que una persona emplea como parte de la excitación y el disfrute mutuo. Este tipo de contacto puede ser una expresión de deseo, diversión y provocación en un contexto íntimo y consensuado.
Es importante que ambos miembros de la pareja estén cómodos, hayan establecido límites o señales claras para asegurar que la experiencia sea placentera y respetuosa para ambos. De igual manera puede significar un mecanismo instintivo para defender su territorio y mostrar su poder, dominación y virilidad; es como si quisiera mostrarte que esa persona lleva las riendas en la relación.
¿Qué efecto tienen las nalgadas?
Según estudios realizados por diversos sexólogos, las nalgadas aumentan la adrenalina y la sensación de placer en el cuerpo humano, es por eso que a muchas personas les suele agradar esta acción. Lejos de causar dolor, este tipo de contacto permite gozar del encuentro. Es común asociarlas con el castigo físico, pero en el contexto de la intimidad, no se trata de eso, sino que son parte de un juego erótico que muchas mujeres encuentran placentero.