La antigua ciudad mexica, Tenochtitlan, fue una de las ciudades más importantes y avanzadas de Mesoamerica, ubicada en el corazón del lago de Texcoco.
Recientemente, el documental ‘Tenochtitlan: ciudad viva’ fue reconocido con el Premio del Público de la Muestra de Antropología Audiovisual de Madrid (MAAM), al sobresalir entre más de 10 largometrajes que fueron producidos en 4 continentes.
IMagen: Aztecalandia
¿Qué pasó con la ciudad de Tenochtitlan?
Esta ciudad construida en el lago de Texcoco por los aztecas en 1325, de acuerdo con la leyenda, los mexicas, tras un largo peregrinar, encontraron el lugar indicado para establecer su ciudad cuando vieron un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente.
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Este símbolo, que hoy en día forma parte del escudo nacional de México, representa la fundación de Tenochtitlan en el lago de Texcoco.
Los mexicas, ante el reto de construir una ciudad en un entorno lacustre, desarrollaron avanzadas técnicas de ingeniería: chinampas, calzadas, diques y canales.
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La caída de Tenochtitlan a manos de los españoles en 1521 marcó el fin de una era, pero su legado perdura hasta nuestros días, la Ciudad de México, construida sobre las ruinas de Tenochtitlan, es un testimonio del ingenio y la resiliencia de los mexicas.
Documental ‘Tenochtitlan: ciudad viva’ recibe premio en Madrid
La producción de este documental quedó a cargo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE) que con el apoyo de Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías retrata la vida cotidiana y la historia del imperio pueblo mexica.
Este viaje de más de 500 años al pasado plasmado en el documental, ‘Tenochtitlan: ciudad viva’ pone énfasis en la resiliencia de una cultura eminentemente bélica, de ahí que inicie con uno de los versos de los Cantares mexicanos:
“Orgullosa de sí misma / se levanta la ciudad de México-Tenochtitlan / aquí nadie teme la muerte en la guerra / esta es nuestra gloria, este es tu mandato”.
Luis Fernando Gallardo León, es el director de este documental, con recreaciones 3D que permiten al espectador viajar y conocer más de cerca el Templo Mayor, dedicado a Huitzilopochtli y de Tláloc, las principales deidades; remar en los canales de la ciudad, visitar los ahuehuetes; asistir al Huizachtépetl (Cerro de la Estrella), en Iztapalapa, donde cada 52 años tenía lugar la ceremonia del Fuego Nuevo, el Xiuhmolpilli que significaba el final de un ciclo y el inicio de otro, con el surgimiento del sol y el renacimiento del mundo.
Esta producción, concluye en 1519, en el reinado de Moctezuma Xocoyotzin, cuando sus pobladores ni siquiera imaginaban el arribo de las huestes de Hernán Cortés, ni tampoco la destrucción de su ciudad.