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Ansiedad, depresión y estrés: Diferencias, síntomas y cómo saber si tienes alguna
Los cuadros de depresión, ansiedad y estrés podrían confundirse entre sí, conoce los síntomas de cada uno.Cuando nos enfrentamos a una circunstancia que está fuera de nuestro dominio, es factible que nuestra salud mental se vea impactada. El estrés y los trastornos ansiosos y depresivos pueden surgir como resultado de diversas situaciones, particularmente en aquellos individuos con historial previo o en grupos considerados de riesgo.
De acuerdo con los especialistas en salud mental, estos trastornos pueden ser constantemente confundidos debido a que tienen sintomatología similar, sin embargo, dan a conocer las diferencias entre ellos para aprender a diferenciarlos.
Diferencias entre el estrés, la ansiedad y depresión
Estrés: El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica del cuerpo ante situaciones percibidas como desafiantes o amenazantes. Es una reacción natural diseñada para movilizar recursos y preparar al organismo para enfrentar lo que se percibe como una situación complicada. El estrés puede ser desencadenado por diversos factores, tanto físicos como emocionales, y puede manifestarse de diferentes maneras en cada individuo.
Existen dos tipos principales de estrés:
Estrés agudo: Ocurre en respuesta a eventos inmediatos o situaciones puntuales. Por ejemplo, enfrentarse a una fecha límite, dar una presentación o reaccionar a un acontecimiento inesperado.
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Estrés crónico: Es una forma prolongada de estrés que persiste durante un período prolongado. Puede estar relacionado con situaciones persistentes, como problemas laborales, tensiones familiares o condiciones de vida difíciles.
El estrés puede afectar tanto la salud física como la mental. En algunos casos, el estrés puede ser beneficioso al proporcionar la energía y la motivación necesarias para enfrentar desafíos. Sin embargo, cuando se vuelve crónico o abrumador, puede tener efectos perjudiciales en el bienestar general y contribuir al desarrollo de problemas de salud, incluyendo trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. La gestión adecuada del estrés es fundamental para mantener un equilibrio saludable en la vida diaria.
Ansiedad: La ansiedad es una reacción adaptativa que prepara al organismo para enfrentar o huir de un peligro inminente, conocida como la respuesta de "lucha o huida". Sin embargo, la ansiedad puede volverse problemática cuando es desproporcionada en relación con la situación o cuando persiste en ausencia de un peligro real.
La ansiedad se manifiesta a nivel emocional, cognitivo y físico, y puede presentar una variedad de síntomas, entre ellos:
Síntomas emocionales: Nerviosismo, irritabilidad, inquietud, miedo intenso, sensación de aprensión.
Síntomas cognitivos: Preocupación excesiva, pensamientos catastróficos, dificultad para concentrarse, miedo al control perdido.
Síntomas físicos: Palpitaciones, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, problemas gastrointestinales, dificultad para respirar.
La ansiedad puede manifestarse en diferentes trastornos, como trastorno de ansiedad generalizada (TAG), trastorno de pánico, fobias, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno de estrés postraumático (TEPT), entre otros.
Depresión: La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta la manera en que una persona se siente, piensa y maneja las actividades diarias. Es más que simplemente sentirse triste o desanimado ocasionalmente; la depresión implica una persistente sensación de tristeza, pérdida de interés o placer en las actividades habituales, y una serie de síntomas físicos y cognitivos.
Algunos de los síntomas comunes de la depresión incluyen:
Sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza.
Pérdida de interés o placer en actividades que solían ser disfrutables.
Cambios en el apetito y el peso (pérdida o aumento).
Problemas para conciliar o mantener el sueño (insomnio o hipersomnia).
Agitación o enlentecimiento psicomotor.
Fatiga o pérdida de energía constante.
Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
La depresión puede ser causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. El tratamiento suele incluir la terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, y en algunos casos, medicamentos antidepresivos. La búsqueda de apoyo profesional es esencial para el diagnóstico adecuado y la gestión efectiva de la depresión.
La OMS alerta sobre los casos de ansiedad, estrés y depresión
Conforme a los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud, se observa que el estrés, la ansiedad y la depresión representan más del 10% del total de enfermedades diagnosticadas en la actualidad a nivel global. De este modo, se puede inferir que los trastornos mentales constituyen una de las principales problemáticas que afectan a las sociedades contemporáneas.
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La depresión sigue siendo el trastorno mental más predominante, siendo aproximadamente el doble de común en mujeres en comparación con hombres. Entre el 10% y el 15% de las mujeres en naciones industrializadas y entre el 20% y el 40% de las mujeres en países en desarrollo experimentan depresión durante el periodo de embarazo o después del parto.