Edith Márquez reveló como fue su etapa en Timbiriche a los 11 años, donde se enfrentó al bullying y los malos tratos para poderse ganar un lugar dentro de la industria.
La carrera de la cantante, compositora y actriz comenzó desde muy pequeña. Ingresó a la agrupación Timbiriche en el año 1988, cuando ya tenían algunas producciones. Durante los años que permaneció en la banda, Edith grabó tres discos de estudio y permaneció con ellos hasta 1991.
Ya en 1998 decidió comenzar su carrera como solista, donde ha conseguido grandes reconocimientos en distintas ceremonias de entrega de premios especializados. También incursionó como actriz, ha participado en muy buenas producciones y es reconocida como “La Reina de los Palenques de México”.
@edithmarquezlanda
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Pero no todo fue fácil en su ascenso al éxito, Edith Márquez se ha enfrentado con muchos obstáculos como los malos tratos recibidos cuando recién debutaba con Timbiriche. Así lo contó en una entrevista con Mara Patricia Castañeda.
@Mara Patricia Castañeda
El paso de Edith Márquez por Timbiriche
Timbiriche fue el proyecto que la impulsó hacia el crecimiento, aunque mencionó que durante esta etapa sufrió discriminación, la molestaban y la hacían sentir menos. Platicó que siempre les ha dicho a sus hijos que si de verdad se quieren dedicar al mismo medio después de lo que ella vivió.
Sin embargo, defendió la carrera, diciendo que es muy hermosa, con muchas satisfacciones y lo que más la llena a ella es el cariño de la gente. Pero puede ser una carrera cruda, porque el público no sabe lo que hay detrás.
Cuando comenzó, era una niña de 11 años con toda la ilusión del mundo y recibió el rechazo de las niñas que tenían el mismo personaje de Vaselina. Por su parte, los Timbiriche le hicieron la vida de cuadritos durante un año, aunque ahora ya son amigos, tienen una muy buena relación y se ríen del pasado.
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Por último, mencionó que es algo que al principio te pega, pero ya después con el paso del tiempo tu piel se hace fuerte y soporta todos los malos comentarios. Comprendió que las personas que te molestan hablan desde sus propios complejos y miedos.