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Medicamentos para Bajar de Peso: ¿Funcionan? | Dra. Yamileth Anaya
La nutrióloga nos habla sobre los medicamentos para bajar de peso: cómo funcionan, qué riesgos tienen y en qué casos se recomiendan. Una guía clara para entender sus beneficios y precauciones antes de usarlos.El uso de medicamentos para bajar de peso es uno de los temas más buscados y controversiales en la actualidad, en una entrevista exclusiva para Café Globo, la Dra. Yamileth Anaya, especialista en obesidad y comorbilidades, aclara todas las dudas.
¿Son seguros? ¿Para quiénes están indicados? ¿Realmente funcionan? La experta en nutriología aplicada despeja el camino entre la desinformación y la evidencia científica.
¿Quiénes son candidatos para los fármacos para la obesidad?
La Dra. Anaya es enfática: estos tratamientos no son para todos. Están indicados específicamente para pacientes con un diagnóstico de obesidad (Índice de Masa Corporal o IMC de 30 o superior) o con un IMC de 27 que ya presenten comorbilidades como hipertensión, hígado graso o diabetes.
El cálculo del IMC es crucial (peso/talla²) y debe ser realizado por un profesional de la salud para una evaluación correcta, la automedicación con estos potentes fármacos conlleva graves riesgos.
Semaglutida y Tirzepatida: Verdades y Efectos Secundarios
Los famosos análogos GLP-1, como la Semaglutida (Wegovy) y la Tirzepatida (Monjaro), son inyectables que actúan a nivel cerebral y digestivo, regulando la glucosa y ralentizando el vaciamiento gástrico para generar saciedad prolongada.
Si bien son eficaces, con una pérdida promedio de 4 a 6 kg mensuales (junto con dieta y ejercicio), la Dra. Anaya advierte sobre sus efectos adversos: náuseas, vómito, inflamación y dolor de cabeza.
Además, subraya el riesgo de pérdida de masa muscular y la necesidad de un estricto seguimiento médico y análisis de composición corporal constante.
La conclusión de la Dra. Yamileth Anaya en Café Globo es clara: los medicamentos para bajar de peso son una herramienta poderosa, pero no una solución mágica.
Representan un parteaguas en el tratamiento de la obesidad, una enfermedad crónica, pero su uso debe estar supervisado por un especialista (nutriólogo, bariatra o endocrinólogo) y siempre ir acompañado de un cambio profundo en el estilo de vida.
La decisión de usarlos es un “sí” condicionado a una evaluación médica exhaustiva, descartando por completo la automedicación.