¿Por qué tu perro se come su popó? Conoce qué es la Coprofagia y qué hacer si ingiere sus heces
La coprofagia en perros es un comportamiento más común de lo que parece, pero entenderlo ayuda a cuidar su salud y bienestar.
Muchos dueños de perros se sorprenden y preocupan cuando descubren que su mascota come sus propias heces, un comportamiento conocido como coprofagia.
Aunque resulta desagradable para los humanos, los expertos aseguran que este hábito de los perros es relativamente común y puede tener varias causas.
¿Qué es la coprofagia en perros y por qué algunos animales desarrollan este extraño hábito?
Del griego kópros (excremento) y -fagia (comer), la coprofagia se refiere a la acción de ingerir heces propias o ajenas. Aunque desagradable, este comportamiento puede aparecer en algún momento de la vida de muchos perros y se observa incluso en desechos de otros animales como caballos, vacas o conejos.
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¿Por qué algunos perros comen sus propias heces o las de otros animales ocasionalmente?
Imitación de la madre
Los cachorros pueden copiar a su madre, que limpia el área del nido comiendo heces para mantenerla libre de enfermedades y depredadores. Este aprendizaje temprano puede convertirse en un hábito si no se corrige mediante adiestramiento.
Evitar problemas con el tutor
Algunos perros comen sus heces para “desaparecer la evidencia” y evitar regaños, lo que requiere reforzar conductas positivas y generar confianza con el tutor.
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Ansiedad o curiosidad
Perros que pasan muchas horas solos pueden recurrir a la coprofagia como forma de llamar la atención o por interés en ciertos nutrientes presentes en las heces de otros animales.
Problemas físicos y hormonales
Trastornos como el síndrome de Cushing, hipertiroidismo, diabetes, insuficiencia pancreática exocrina o infestaciones parasitarias pueden generar hambre excesiva y déficit nutricional, provocando que el perro busque nutrientes incluso en sus heces.
¿Cómo pueden los tutores prevenir y corregir el hábito de comer heces en sus perros?
Los expertos recomiendan primero descartar causas médicas y luego aplicar estrategias de comportamiento:
- Refuerzo positivo: recompensar al perro cuando defeca en el lugar correcto y evita las heces.
- Supervisión y limpieza: recoger inmediatamente las heces y limitar el acceso a ellas.
- Distracción y ejercicio: ofrecer juguetes, paseos y actividades que mantengan ocupado al perro.
- Alimentación balanceada: usar fórmulas completas y nutritivas, para reducir la necesidad de buscar nutrientes en otros lugares.
¿Cuáles son los riesgos para la salud del perro si no se trata la coprofagia?
La coprofagia puede exponer a los perros a parásitos intestinales, bacterias y virus, especialmente si consumen heces de otros animales. Por eso es fundamental abordar esta conducta cuanto antes para proteger su salud.