¿Por qué no se recomienda tener animales exóticos como mascotas?

Aunque parezcan adorables y únicos, tener animales exóticos como mascotas puede ser peligroso, ilegal y cruel. Detrás de esta práctica hay tráfico, sufrimiento y riesgo para la salud humana.

Animales Exóticos. Animales exóticos prohibidos como mascotas
TENDENCIAS

Tener un animal exótico puede parecer una idea atractiva, son diferentes, llaman la atención y pueden parecer compañeros fascinantes. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Mantener en casa especies como monos, serpientes, tigres o loros no solo pone en riesgo su bienestar, sino también la seguridad de las personas y el equilibrio ambiental. Muchos de estos animales provienen del tráfico ilegal, un negocio que mueve millones en todo el mundo y que termina con la vida de miles de ejemplares cada año.

Riesgo para la salud y la seguridad

Los animales exóticos no están adaptados para convivir con humanos. Algunos pueden transmitir enfermedades graves como la viruela del mono, el herpes B o la salmonelosis. Otros, por su fuerza o comportamiento natural, pueden atacar sin previo aviso. Tener un tigre, un reptil o un mono en casa representa un peligro real, incluso si fueron criados desde pequeños. En varios países, la tenencia de estas especies es considerada delito ambiental y puede ser castigada con prisión.

Además, muchos de estos animales mueren poco tiempo después de ser capturados. La extracción de sus hábitats, el transporte y las malas condiciones de cautiverio provocan altos índices de mortalidad. Aquellos que sobreviven suelen padecer estrés, desnutrición o comportamientos agresivos, lo que convierte la convivencia en una experiencia riesgosa y dolorosa tanto para el animal como para su dueño.

Animales exóticos. Fuente: Canva

El sufrimiento detrás del tráfico de fauna

Detrás de cada animal exótico que llega a una casa hay una historia de sufrimiento. La mayoría son arrebatados de su entorno natural, separados de sus madres y trasladados ilegalmente en condiciones inhumanas. En el caso de aves y reptiles, muchos no sobreviven al viaje. Los que sí lo hacen terminan encerrados en jaulas diminutas o en ambientes que no reproducen su hábitat. Este comercio ilícito es una de las principales amenazas para la biodiversidad del planeta.

En ciudades como Bogotá, las autoridades han identificado especies como loras, tortugas, monos o serpientes entre las más traficadas. Por eso, los organismos ambientales insisten en denunciar la compra o tenencia ilegal y promueven espacios educativos como zoológicos o bioparques, donde se puede admirar la fauna sin dañarla.

Tenencia ilegal. Fuente: Canva

La libertad que merecen

Más allá de la ley, existe una razón ética poderosa, los animales exóticos son seres salvajes. Necesitan espacio, interacción con su especie y un ecosistema que respete sus ciclos naturales. Cuando se les encierra en casas o departamentos, se les arrebata su libertad y su bienestar. Un mono, por ejemplo, puede volverse agresivo con el tiempo, y un loro encerrado puede desarrollar comportamientos destructivos por aburrimiento o estrés.

Adoptar una mascota implica responsabilidad, pero también empatía. Si realmente se ama a los animales, la mejor forma de cuidarlos es permitir que vivan donde pertenecen en libertad. Los perros, gatos o conejos domesticados son compañía suficiente para el hogar; los demás deben seguir siendo lo que son: parte esencial del equilibrio natural del planeta.

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