La emotiva historia de 'Pretzel' la perrita de Joy Huerta que inspiró una de sus canciones más icónicas

La confesión más dolorosa de Joy Huerta en el documental Jesse & Joy: 'Lo Que Nunca Dijimos' su perrita Pretzel no era solo una mascota: fue su salvavidas emocional cuando todo se derrumbaba.

La emotiva historia de 'Pretzel' la perrita de Joy Huerta que inspiró una de sus canciones más icónicas de Jesse & Joy.
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La emotiva historia de Pretzel la perrita de Joy Huerta durante años salió a la luz en el documental Jesse & Joy: Lo Que Nunca Dijimos y dejó al mundo entero con el corazón en la mano.

¿Quién fue Pretzel, la “hijita” de Joy Huerta?

En medio de un ambiente familiar extremadamente tóxico, donde Joy vivió dos años de órdenes, silencios y hostilidad, la única luz era esa cocker spaniel color miel que dormía con ella, la esperaba en la puerta y lamía sus lágrimas. “Lo único que me mantenía sana mentalmente era mi perrita Pretzel”, confesó Joy entre sollozos.

Joy la llamaba “mi bebita”, “mi hija”. Su mamá recuerda: “Pretzel era su subidita, iba con ella a todos lados”. Cuando Joy decidió irse de casa para salvarse, intentó llevarse a su perrita, pero su papá se la arrebató: “Ella se queda conmigo”. Joy se fue con el alma rota.

Semanas después recibió la peor noticia: Pretzel había muerto. “Siento que me escapé y la abandoné”, dijo Joy, todavía destrozada años después.

El verdadero origen de “¿Con quién se queda el perro? de Jesse & Joy”

La canción que todos cantamos pensando que era por un ex, en realidad nació de esa herida, primero fue una broma entre hermanos, pero con el tiempo Joy entendió que cada verso hablaba del terror de perder a Pretzel. “Nunca pensé que esa letra se volvería tan real”, admitió.

La emotiva historia de Pretzel la perrita de Joy Huerta durante años nos recuerda que a veces el amor más puro viene en cuatro patas y con cola feliz.

Pretzel se fue, pero sigue viviendo en cada nota que Joy canta con la voz quebrada. ¿Tú también tuviste una mascota que te salvó la vida… ¿verdad? Cuéntanos su nombre, nunca se olvida.

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