Efectivas técnicas caseras para eliminar el cochambre de la estufa
Descubre métodos caseros eficientes para limpiar las rejillas de la estufa y una poderosa mezcla para combatir el cochambre con solo cuatro ingredientes.
La limpieza de la estufa puede ser una tarea ardua, especialmente cuando se trata de eliminar el cochambre pegado en las rejillas. Sin embargo, existen métodos caseros efectivos que no requieren el uso de productos químicos agresivos, asegurando una limpieza profunda y segura. A continuación, te presentamos tres formas prácticas y una mezcla poderosa para mantener tu cocina impecable.
El primer método consiste en usar fibra metálica con vinagre. Se deben retirar las rejillas de la estufa y llevarlas a una superficie adecuada para lavar. Con una jabonadura y un cepillo de cerdas duras, se debe eliminar el exceso de grasa. Luego, se remoja una fibra metálica en la misma solución y se lava nuevamente. Es importante enjuagar con abundante agua y revisar ambas caras de las rejillas para asegurar que no queden residuos.
Métodos adicionales y una mezcla casera poderosa
Para el segundo método, se recomienda el uso de jabón en polvo. Se espolvorea sobre las rejillas y se friega con la fibra metálica, cuidando de no dañar el material. Después de enjuagar con agua abundante, las rejillas estarán libres de bordes de cochambre pegado.
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El tercer método utiliza piedra pómez o piedra de tierra rosa, que tienen una textura que no maltrata el material de las rejillas. Se aplica un poco de jabón para trastes y se lava con un cepillito para identificar las zonas con cochambre más adherido. Luego, se espolvorea bicarbonato de sodio o más jabón en polvo y se talla con la piedra. El enjuague debe ser generoso y es recomendable usar guantes para verificar con los dedos la lisura del metal.
Adicionalmente, se puede preparar una mezcla poderosa con solo cuatro ingredientes para combatir tanto el cochambre como el sarro en otras áreas de la casa. Para esta mezcla, se necesita hervir un litro de agua con cáscaras de 3 o 4 limones. Al líquido caliente se le añade una cucharada de sal y, con precaución, dos cucharadas de bicarbonato de sodio. La mezcla resultante, una vez enfriada y transferida a un recipiente con tapa, es efectiva no solo en la cocina sino también en el baño.
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Esta mezcla casera puede usarse en diversas superficies: desde las rejillas y quemadores de la estufa hasta los trastes con grasa pegada, además de pisos y paredes del baño donde el sarro se acumula.