¿Cuáles son las mascotas ideales para niños con autismo y sus beneficios?
Los perros de razas como Labrador o Golden Retriever son ideales para niños con autismo por su carácter paciente y afectuoso.
Diversos estudios han demostrado que el vínculo entre humanos y animales puede generar efectos profundamente positivos en los niños con trastorno del espectro autista (TEA). Contar con una mascota en casa no solo les brinda compañía, sino que también puede mejorar sus habilidades sociales, reducir la ansiedad y fortalecer la empatía. Pero ¿Qué tipos de animales son los más recomendados? Aquí te contamos cuáles son las mejores opciones y por qué.
¿Por qué los perros son las mascotas más recomendadas para niños con autismo?
Los perros son la primera opción para muchas familias con niños autistas debido a su naturaleza leal, protectora y afectuosa. El vínculo que se forma entre un niño con autismo y su perro puede ser transformador, pues los ayuda a comunicarse, expresar emociones y desarrollar rutinas diarias.
Entre las razas más recomendadas están el Labrador Retriever, el Golden Retriever, el Labradoodle, el San Bernardo y el Pastor Alemán, todas conocidas por su paciencia e inteligencia.
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Según especialistas, los perros pueden reducir los niveles de ansiedad y estrés, además de promover la empatía y la responsabilidad. Pasear, alimentar y cuidar a un perro fortalece el sentido de rutina y estructura, aspectos esenciales para los niños dentro del espectro. Además, su amor incondicional les proporciona seguridad emocional y un constante sentimiento de compañía.
¿Los gatos también pueden ayudar a niños con autismo?
Aunque los perros suelen ocupar el primer lugar, los gatos también se han mostrado como una excelente opción. Su carácter tranquilo, su mirada menos intrusiva y su bajo mantenimiento los convierten en mascotas ideales para niños que prefieren la calma o tienen sensibilidad sensorial.
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Algunos niños dentro del espectro autista se sienten más cómodos con los gatos porque no requieren tanta interacción física constante. Sin embargo, al elegir uno, es importante considerar el temperamento de la raza: algunos gatos disfrutan de las caricias y la compañía, mientras que otros prefieren mantener cierta independencia.
Contar con un gato puede mejorar el estado de ánimo y la regulación emocional del niño, además de ofrecerle una presencia constante y tranquilizadora.
¿Qué beneficios ofrecen las mascotas pequeñas como cobayas y conejos?
Las cobayas y los conejos también son excelentes compañeros para niños con autismo. Son animales dóciles, amigables y fáciles de cuidar, ideales para enseñar valores como la responsabilidad y la empatía.
Las cobayas, por ejemplo, disfrutan de la interacción humana y rara vez muerden, lo que las convierte en una opción segura para los pequeños. Su cuidado requiere rutinas simples, alimentación, limpieza y juego, que ayudan al niño a establecer hábitos positivos y previsibles.
Los conejos, por su parte, aportan una presencia calmante y pueden ser entrenados para realizar trucos, fomentando la atención y la coordinación. Su suavidad y naturaleza tranquila pueden ayudar a regular el estrés y proporcionar consuelo emocional.
Cada niño con autismo tiene necesidades sensoriales y emocionales únicas. Por ello, es clave evaluar el temperamento del niño y el tipo de interacción que prefiere antes de incorporar una mascota al hogar.
Mientras algunos niños con autismo disfrutan del contacto físico y los juegos activos que ofrece un perro, otros pueden sentirse más cómodos con la serenidad de un gato o la simplicidad de una mascota pequeña. En cualquier caso, la elección adecuada puede fomentar la autonomía, la confianza y la conexión emocional, mejorando la calidad de vida tanto del niño como de su familia.