5 cosas que le haces a tu perro porque crees que le gustan y en realidad le molestan
Expertos en conducta canina advierten que algunas muestras de cariño humanas pueden generar estrés en los perros.
Si crees que tu mascota disfruta absolutamente todo lo que le das con cariño, la realidad puede sorprenderte: muchos gestos humanos que consideramos adorables resultan incómodos o estresantes para los perros. Especialistas en conducta canina coinciden en que distinguir las preferencias reales de tu mascota es clave para evitar ansiedad, agresividad o miedo.
¿Cuáles son las 5 conductas que haces con amor pero tu perro detesta?
Muchos de los comportamientos humanos no tienen el mismo significado en el mundo de los perros. Estas son las cinco acciones más comunes que molestan a los perros, aunque sus tutores no siempre lo noten:
- Abrazarlo con fuerza como si fuera un peluche: aunque para los humanos es una muestra de afecto, para la mayoría de los perros un abrazo se siente como restricción o invasión de espacio. Si tu perro se queda rígido, baja las orejas o gira la cabeza, es señal de incomodidad.
- Tocarle la cabeza o la cara sin aviso: la cabeza y el hocico son zonas delicadas. Cuando alguien las toca repentinamente, el perro puede interpretarlo como amenaza. Es mejor acariciarlo en zonas que disfruta: lomo, pecho o detrás de las orejas.
- Mirarlo fijamente a los ojos: una mirada prolongada entre perros es una señal de reto o confrontación. En lugar de conectar, este gesto puede generarle estrés o confusión.
- Pasearlo con la correa tensa todo el tiempo: muchos tutores mantienen la correa estirada durante los paseos, generando tensión física y emocional. Una correa relajada permite caminar a su ritmo y reduce el estrés de tu mascota.
- Forzarlo a convivir con otros perros o personas: la socialización es importante, pero obligarlo a interactuar cuando está incómodo puede generar miedo o comportamientos agresivos. Su lenguaje corporal siempre será la guía.
¿Cómo saber si tu perro está incómodo o estresado?
Reconocer las señales de malestar es esencial para que tu mascota esté segura. La rigidez muscular, la cola escondida, temblores, jadeo excesivo, evitar el contacto visual o aislarse indican que algo le incomoda.
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También pueden aparecer vocalizaciones como gemidos, gruñidos o ladridos persistentes, así como lamido compulsivo o comportamientos repetitivos. Si estos signos son continuos, es importante grabarlos y acudir con un veterinario para descartar problemas físicos o emocionales.
¿Cómo mejorar la comunicación con tu perro?
La clave está en combinar lenguaje corporal claro con comunicación verbal sencilla. Usa órdenes cortas y consistentes, un tono tranquilo y refuerzo positivo cada vez que haga algo bien. Señalar, chasquear los dedos o mantener una postura relajada ayuda a que el perro entienda mejor tus intenciones. Sobre todo, observa sus reacciones: su cuerpo siempre “habla” antes que él.
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Convivir con un perro implica cariño, cuidados y mucha intención de hacer las cosas bien. Sin embargo, aunque los tutores suelen actuar con amor, algunos gestos que parecen tiernos o divertidos pueden resultar incómodos o incluso estresantes para las mascotas. De acuerdo con especialistas en conducta animal, conocer qué comportamientos les gustan y cuáles detestan es fundamental para mejorar su bienestar y fortalecer la relación con ellos