Alimentos que NUNCA le debes dar a tu perro porque puedes envenenarlo

Veterinarios alertan sobre la creciente amenaza de envenenamiento accidental.

Guía rápida para actuar ante una emergencia canina de toxicidad.
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La relación entre un humano y su perro es una de las más gratificantes, a menudo cimentada en caricias, juegos y sí, a veces, compartir algo de nuestra comida. Sin embargo, lo que es seguro para nosotros, puede ser extremadamente tóxico e incluso mortal para nuestros amigos de cuatro patas. 

Los expertos en salud veterinaria advierten que el desconocimiento sobre estos alimentos comunes puede llevar a un envenenamiento accidental. A continuación, presentamos una lista esencial de productos que deben mantenerse estrictamente fuera del alcance de tu perro, junto con sus riesgos.

Alimentos que deben mantenerse estrictamente fuera del alcance de tu perro. Fuente: Freepik.

¿Qué alimentos nunca debes darle a tu perro? 

Chocolate

Este alimento encabeza la lista, al contener teobromina y cafeína, sustancias que actúan como potentes estimulantes del sistema nervioso central canino. La ingesta puede provocar vómitos, diarrea, temblores, ritmo cardíaco acelerado, convulsiones y en casos graves, la muerte. Los chocolates oscuros y de repostería concentran la mayor cantidad de la toxina.

Uvas y pasas

Las uvas y pasas pueden desencadenar insuficiencia renal aguda en los perros, incluso en cantidades muy pequeñas. El mecanismo exacto de la toxina aún se estudia, pero el riesgo es innegable e inmediato.

Cebolla, ajo y puerro

Estos contienen compuestos que dañan los glóbulos rojos de los perros, llevando a la anemia hemolítica. Ya sean crudas, cocidas o en polvo, su consumo puede causar debilidad, palidez y colapso.

Aunque no son venenosos, los huesos cocidos son extremadamente peligrosos. Fuente: Freepik.

Xilitol

La Xilitol es un edulcorante natural común en chicles, pasta de dientes, caramelos y ciertas cremas de cacahuate "sin azúcar". Es extremadamente peligroso, ya que en perros provoca una liberación masiva de insulina, resultando en una hipoglucemia rápida y potencialmente mortal, además de daño hepático.

Alcohol y cafeína

El organismo de los perros procesa el etanol y la cafeína mucho peor que el humano. El alcohol puede causar intoxicación, desorientación, depresión del sistema nervioso central y coma. Los productos con cafeína, como el café o las bebidas energéticas, generan síntomas severos de estimulación y arritmias cardíacas.

Huesos cocidos

Estos al ser masticados, pueden astillarse en puntas afiladas, causando obstrucciones, estreñimiento grave o perforaciones en el esófago, el estómago o el intestino.

Nueces de macadamia

Las nueces de macadamia están asociadas con una toxina que puede causar debilidad, vómitos, cojera temporal y temblores musculares. Aunque generalmente no son fatales, provocan una angustia significativa y requieren atención veterinaria.

Aguacate

Aunque la pulpa del aguacate no es la parte más tóxica, la persina se encuentra en altas concentraciones en la piel, el hueso y las hojas. Esta sustancia puede provocar vómitos y diarrea. El hueso central, además, representa un alto riesgo de asfixia u obstrucción intestinal.

Semillas y carozos

Las semillas de frutas como la manzana, los albaricoques, duraznos y cerezas contienen pequeñas cantidades de cianuro. Aunque la dosis es baja, el peligro más inmediato es el riesgo de obstrucción o de asfixia que representan los carozos grandes.

Alimentos salados

El consumo excesivo de sal, presente en papas fritas y otros snacks, puede provocar intoxicación por iones de sodio. Esto se manifiesta con sed y micción excesivas, vómitos, diarrea, temblores e hipertermia, requiriendo atención veterinaria urgente.

La rapidez con la que se busque atención veterinaria puede ser la diferencia entre un tratamiento exitoso y una complicación grave. Fuente: Freepik.

¿Qué hacer ante una emergencia canina de toxicidad?

El tiempo es crucial. Si sospechas que tu perro ha ingerido alguno de estos alimentos, no entres en pánico, pero actúa con rapidez y decisión:

  • No esperes por síntomas: Incluso si el perro parece normal, la toxina puede estar actuando internamente.
  • Contacte a su veterinario o un centro de toxicología animal: Llame inmediatamente. No intente "remedios caseros" a menos que se lo indique un profesional.
  • Tenga la información a mano: Esté preparado para indicar qué comió su perro, cuánto comió y cuándo ocurrió.

El amor a menudo se expresa a través de la comida, pero en el caso de los perros, el amor más seguro es mantener sus golosinas exclusivamente formuladas para él. Su salud y seguridad dependen de su vigilancia.

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